La sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un año y nueve meses de prisión y a una multa de 2.700 euros a la enfermera del servicio de Urgencias del Hospital La Ribera de Alzira, como responsable de un delito de descubrimiento y revelación de secretos, después de que comunicara a su hermana la historia clínica de la nueva pareja de su ex marido —paciente del centro— para que la utilizara a su favor en la custodia de sus hijos.

Así consta en la sentencia de 4 de octubre de 2011, consultada por Europa Press, en la que el tribunal le impone también el pago de una indemnización de 3.000 euros a la víctima por daños morales y el pago de la mitad de las costas procesales. Respecto a la hermana de la enfermera, la Audiencia la ha absuelto del delito de revelación de secretos.

Según el relato de hechos probados, la historia se remonta a noviembre de 2008, cuando la enfermera, que conocía la "problemática" de su hermana respecto a la custodia de sus hijos y estaba "alterada y afectada notablemente" sobre lo que les pudiera pasar a sus sobrinos cuando estaban con su padre y su nueva pareja, utilizó su clave personal para acceder al historial clínico de ésta.

Así, averiguó que entre los años 2000 y 2002, la mujer había ingresado en el centro hospitalario en 19 ocasiones por distintas especialidades e informó de los mismos a su hermana, que unos días después pidió la suspensión cautelar del régimen de visitas a favor del padre tras conocer "que la novia ha sido ingresada al menos en cuatro ocasiones por intento de suicidio, por ingesta de barbitúricos y la cuarta, además, con un cuchillo se ha cortado las venas".

Ante estos hechos, el Ministerio Fiscal solicitaba en su escrito de conclusiones una pena de 4 años y siete meses de prisión para la enfermera y la libre absolución de su hermana, mientras que la acusación particular pedía esa misma pena para ambas acusadas y una indemnización de 4.000 euros.

Durante la celebración del juicio oral, que tuvo lugar el pasado 26 de septiembre, la enfermera admitió que, tras pedírselo su hermana, consultó la historia clínica de la nueva mujer de su ex cuñado y le comunicó a su hermana por teléfono algunos de los datos. *

Sin embargo, apuntó que no le dio toda la información, que decidió omitir los datos más graves y que actuó de esta manera porque vio que "había riesgo", ya que sus sobrinos estaban a cargo de esta mujer cuando estaban con el padre.

Su hermana corroboró esta versión e indicó que le pidió que mirara la historia clínica para "proteger" a sus hijos y señaló que tras averiguar lo de los intentos de suicidio se puso en contacto con su ex marido para pedirle que tomara medidas, pero que éste "no hizo nada". Así, a los pocos días presentó una demanda en el proceso de divorcio y de la custodia de sus hijos, de 4 y 6 años de edad.

Frente a esta versión, la nueva pareja del hombre declaró que se enteró de que la mujer había consultado su historia médica porque llamó a su familia política para advertirle de que tenía unos informes que demostraban que sus hijos estaban en peligro. También reconoció que envió varios mensajes a la mujer pero "para contestarle a sus amenazas".

La mujer explicó que iba al psiquiatra porque pasó una etapa muy mala, y sufría depresión leve y episodios de ansiedad y este mismo señaló que la mujer pasó por una situación "tremenda", ya que fue maltratada física y psicológicamente. También señaló que la mujer no es nada agresiva y ha insistido en que los intentos de suicidio ocurrieron hace años y como consecuencia de esta situación. Frente a ello, los psiquiatras propuestos por las defensas señalaron que la mujer padece un trastorno mental y abuso o consumo de alcohol.

"para proteger a sus sobrinos"

La Audiencia ha decidido imponer la pena inferior y estima el atenuante de que la procesada actuó "para ayudar a su hermana y proteger a sus sobrinos", como lo prueba el hecho de que llamara posteriormente a la familia del padre para mostrarles su preocupación por el hecho de que esos datos se utilizaran en el proceso del régimen de visitas.

No obstante, deniega el eximente de estado de necesidad y de obrar en cumplimiento de un deber ya que "en ningún caso se acredita la existencia de esta situación" de peligro real, ya que los datos médicos "tenían una notable antigüedad".

Respecto a la hermana de la enfermera, el tribunal señala que no hay datos que evidencien que fuera partícipe, ya que no se sabe en qué términos se le transmitió la información y si conocía su procedencia ilícita, por lo que ha decretado su absolución.