La crisis reduce los complementos del servicio funerario, cuyo coste completo oscila entre 2.000 y 3.500 euros

Las incineraciones representan el 75 y el 69 por ciento de los entierros de Málaga y Sevilla, respectivamente, según los datos de Grupo Mémora
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La crisis económica también repercute en Andalucía en el negocio de las funerarias, que ven cómo los ciudadanos, tras el fallecimiento de un familiar, ahorran especialmente a la hora de contratar complementos a los servicios funerarios, como las coronas de flores o las esquelas.

Así lo ha reconocido, en declaraciones a Europa Press y en vísperas del inicio del mes de noviembre, tradicionalmente dedicado a los difuntos, el delegado del Grupo Mémora en Andalucía, Fernando Pouso, quien ha precisado que esa tendencia se aprecia especialmente entre los ciudadanos que no tienen suscrito un seguro de decesos, una modalidad de seguro que "sólo existe en España", según ha resaltado, y que tiene contratado alrededor de un 90 por ciento de la población.

Los ciudadanos que no cuentan con seguro de decesos, ha explicado, "en vez de encargar dos o tres coronas de flores encargan una o ninguna, o no publican esquelas en prensa", ha citado como ejemplos de cómo la crisis afecta al sector de las empresas funerarias. El precio de una esquela puede rondar entre 69 y 11.000 euros, según los datos de la Unión de Consumidores de Andalucía (UCE-A), mientras que el de una corona de flores se mueve entre los 90 y los 120 euros.

Junto a ese factor, Pouso ha citado a la tasa de mortalidad como el otro elemento que influye en este negocio. A este respecto, el representante de Mémora, empresa que, en Andalucía, gestiona los cementerios de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y San Fernando (Cádiz), ha señalado que en 2011 ese índice no se ha reducido "en tanta medida" como lo hizo entre 2009 y 2010, cuando "bajó sensiblemente".

Del mismo modo, el delegado de Mémora en Andalucía ha cifrado entre 2.000 y 2.500 euros el coste completo de los servicios funerarios en el caso de las personas que tengan suscrito un seguro de decesos, una horquilla que asciende hasta los 3.000 y 3.500 euros para los que no dispongan de ese seguro y, por tanto, tengan que costear un servicio particular.

Son datos que coinciden con las cifras que maneja UCE-A, organización que señala que el coste mínimo de un entierro "sin ningún tipo de alarde", no baja de los 2.000 euros.

Incineraciones frente a inhumaciones

En concreto, según los datos de UCE-A, el coste medio de un ataúd suele rondar en torno a los 1.800 euros, aunque "dependerá de la calidad de sus materiales, su apariencia o su acabado", mientras que el coste de la incineración oscila entre 350 y 500 euros. Se trata de un precio que, según Pouso, es similar al del alquiler de un nicho por cinco años.

Al hilo de ello, el delegado de Mémora en Andalucía se ha mostrado convencido de que el incremento registrado en las incineraciones frente a las inhumaciones —especialmente notable en Málaga, donde representan un 75 por ciento, y Sevilla, donde rozan el 69 por ciento de los entierros— no está relacionado con la crisis económica, sino que es "una cuestión de cultura", que "se va modificando conforme varía la sociedad". "Si antes podía espantar la idea de ser quemado, ahora lo que puede provocar rechazo es la posibilidad de ser depositado bajo tierra", ha aclarado.

Además, ha señalado que en el resto de provincias andaluzas las incineraciones van aumentando conforme se construyen hornos crematorios. En todo caso, Pouso ha explicado que es un "proceso gradual", de forma que "la construcción de nuevos hornos crematorios no surte efectos inmediatamente". En concreto, ha señalado que, en el primer año posterior a una construcción de ese tipo, lo "razonable" es alcanzar entre un 15 y un 20 por ciento de incineraciones.

Del mismo modo, Pouso ha reconocido que "realmente, para enterrar a una persona solo hacen falta un certificado y un féretro". Por eso, ha señalado que, ante esa realidad, las empresas funerarias buscan "aumentar la variedad de productos ofertados para que la familia pueda optar entre más opciones".

En concreto, el Grupo Mémora, según ha explicado Pouso, trabaja, por ejemplo, en crear "urnas ecológicas", presta asistencia psicológica a los dolientes tanto durante el funeral como en los primeros días posteriores al óbito, y tiene previsto ofrecer, a partir del próximo año, un servicio de tanatopraxia que complemente el que actualmente se oferta de tanatoestética, todo ello con el propósito de "lograr que el fallecido tenga un aspecto natural y parezca que está dormido".

Por último, la citada empresa dispone, además, de personas que limpian las sepulturas y que incluso "velan para que no falten flores en las tumbas". A este respecto, Pouso opina que los usuarios de estos servicios "deberían pagar una cuota para el mantenimiento del cementerio, y que así tenga una buena presencia estética", ha concluido.

Venta de flores y velas por internet

Por otra parte, la Federación Andaluza de Consumidores y Amas de Casa (Al-Andalus), ha destacado en un comunicado que diversas empresas ofrecen en la actualidad la posibilidad de adquirir flores y velas —dos de los productos más demandados en estas fechas— a través de Internet.

Antes de contratar esos servicios, Al-Andalus aconseja comprobar la seguridad del sitio, así como recuerda que las empresas están obligadas a facilitar al consumidor información sobre las condiciones generales del contrato, los trámites a seguir para contratar dicho servicio, los medios técnicos que se ponen a disposición del cliente para identificar y

corregir errores relativos a la introducción de los datos, así como la disposición del prestador para guardar el contrato, es decir, "si archivará el documento electrónico y si será posteriormente accesible a través de medios electrónicos".

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