La banca europea deberá recapitalizarse en 106.447 millones de euros para cumplir con los nuevos requerimientos de capital de la Unión Europea, un esfuerzo que recae sobre todo en Grecia, con 30.000 millones, y España, con 26.161 millones de euros.

La Autoridad Bancaria Europea (ABE) ofreció los detalles del esfuerzo que tendrá que realizar la banca europea para cumplir con el 9% de capital de máxima calidad antes de junio de 2012, requisito que fue establecido este miércoles por la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.

Los datos son todavía provisionales, ya que la ABE espera divulgar las cifras definitivas en noviembre próximo, en función de la situación de cada banco a fecha del 30 de septiembre, cuando las entidades deben divulgar su capital y su exposición a la deuda soberana.

A los bancos se les pedirá, para el final de 2011, someter a sus respectivas autoridades nacionales sus planes detallando las acciones que tienen intención de emprender para lograr el objetivo de recapitalización, explicó la ABE en su nota.

Estos planes tendrán que ser acordados con los supervisores y nacionales y discutidos con la ABE, que añadió que para alcanzar los objetivos marcados, "se espera" que los bancos no distribuyan dividendos a los accionistas y bonus a sus directivos.

Las necesidades de capital se deben cumplir "únicamente con capital de la máxima calidad", y para instrumentos privados sólo se aceptaran emisiones de capital convertible "muy sólido", añadió la Autoridad Bancaria Europea.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que los cinco bancos españoles que deberán aumentar su capital por un importe conjunto de 26.161 millones de euros para ganar fortaleza financiera no necesitarán recurrir a la ayuda pública.

Zapatero expresó su "pleno convencimiento" de que las cinco entidades afectadas -Santander, BBVA, Caixabank, Bankia y Popular- serán capaces de captar nuevos fondos a través de los planes que ellas mismas diseñen antes del 30 de junio de 2012.

El jefe del Gobierno manifestó su "plena confianza" en que la recapitalización, al ser una medida "temporal y excepcional", no restará a los bancos capacidad de préstamo a las administraciones públicas. Sin embargo, el consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha advertido este jueves que la recapitalización tendrá un efecto directo en la restricción del crédito.

El jefe del Ejecutivo transmitió este mensaje en una rueda de prensa al término de la cumbre de los países del euro en Bruselas en la que se acordó la recapitalización bancaria, reforzar el fondo de rescate comunitario y elevar el impago de la deuda de Grecia hasta el 50 por ciento para evitar su quiebra.

Uno de los motivos en los que Zapatero basa su optimismo es que los bonos convertibles en acciones se puedan contabilizar como capital ampliado de buena calidad, como pedía el sector bancario.

"Para nosotros, era importante que se computara la deuda convertible, y eso ha sido convenientemente aceptado", se congratuló el jefe del Gobierno.

Los cinco bancos suman 9.000 millones de euros en este tipo de instrumentos financieros, por lo que la cifra que deberán recapitalizar sería de unos 17.000 millones, en vez de 26.000.

El que los bancos españoles asuman una cuarta parte de la ampliación de capital necesaria en toda la zona euro, solo por detrás de los 30.000 millones de euros de Grecia, también responde, según Zapatero, a que "proporcionalmente", el sistema bancario español en Europa es mayor que el peso de la economía nacional.

Apuntó además que el Santander y el BBVA están entre las cinco principales entidades de la zona euro, por lo que su volumen de recapitalización es "más elevado". Zapatero se mostró seguro de que la medida acordada por los socios comunitarios calmará las tensiones de los mercados.

"Todos los esfuerzos que hagamos son necesarios. Es un acuerdo equilibrado y permitirá a las entidades (españolas) fortalecer su solvencia, que ya la tienen bastante demostrada", dejó claro.

El jefe del Gobierno manifestó su "plena confianza" en que la recapitalización, al ser una medida "temporal y excepcional", no restará a los bancos capacidad de préstamo a las administraciones públicas.

La medida adoptada pretende proteger a la zona euro de las pérdidas y eventuales impagos motivados por la crisis de Grecia y evitar el contagio a otros países en situación de debilidad.

Afecta a las entidades catalogadas como 'sistémicas', ya que su caída pondría en riesgo al conjunto.

Los bancos tendrán que valorar su cartera de deuda soberana a precios de mercado, no de vencimiento, lo que supone que los que hayan comprado bonos griegos tendrán más dificultades. En el caso de la deuda española, la depreciación se situará en torno al 2%.