BIO Tienen 20 años y son tinerfeñas. Han aparcado sus carreras de danza y Bellas Artes para dedicarse por completo al reggaeton.

Llegan puntuales. Van igual vestidas y son pocos los rasgos que permiten diferenciar a una de la otra. Se muestran educadas pero también muy reservadas.

Acaban de llegar de las islas.

Gara. Sí, esta mañana.

A partir de hoy, empieza su lanzamiento en la Península...

G. Hoy comienza una nueva etapa. Tenemos concertadas entrevistas y actuaciones en las televisiones...

Pues no las veo muy pletóricas...

Loida. (Risas). Lo estamos, y mucho.

Entonces es que son muy tímidas...

G. Somos reservadas y prudentes. Vamos poco a poco.

También son muy jóvenes. ¿Las han subestimado por eso?

L. Somos pequeñas, pero no nos dejamos engatusar.

¿Es difícil no enloquecer ahora que va todo tan bien?

G. Claro que lo es, pero tenemos también muy presente quiénes somos y de dónde venimos. Si a alguna de las dos se le olvida, la otra se lo recuerda.

¿Es cierto que las hermanas gemelas se llevan mal?

L. En nuestro caso es totalmente incierto. Nos sabemos llevar genial.

¿En qué se diferencian?

G. Cada una tenemos nuestro rol, yo organizo y ella anima.

L. Bueno, eso no quiere decir que yo sea una loca y ella una santa (risas).

¿Quiere decir eso que Gara tiene novio y Loida no?

L. Eso es exactamente lo que quiere decir (risas).

¿Cómo lo lleva él?

G. Muy bien, está muy orgulloso. También lo están nuestros padres y nuestros amigos de siempre.

¿Les gusta vestir igual o es una exigencia del guión?

G. De pequeñas lo odiábamos, pero ahora, la verdad, nos encanta.

¿Se han codeado con lo más selecto del reggaeton?

L. Sí, cuando grabamos el disco en los Estado Unidos, aunque esto de la música va por rachas y tenemos claro que hoy estás arriba y mañana abajo.

¿Les asusta el éxito?

G. No, porque no hay nada que perder.

L. Un poco sí.