El portavoz de la Comissió de la Dignitat, Josep Cruanyes, que ha reclamado durante los últimos años el retorno a Catalunya de los 'Papeles de Salamanca', confía en que la última entrega, prevista para antes de final de año, se produzca a pesar de un eventual triunfo electoral del PP el 20-N.

"No lo damos por perdido", ha explicado a Europa Press, a pesar de que la comisión que debe aprobar los documentos que volverán a Catalunya se debería haber reunido en septiembre y aún no lo ha hecho, según el portavoz.

"Es evidente que si el gobierno socialista ha sido incapaz de completar el proceso y ha demostrado poco entusiasmo en solucionar el problema, el entusiasmo del PP será aún más pequeño", ha lamentado Cruanyes, que ha confiado en que la devolución se produzca en el margen de tiempo que hay hasta que se constituya el nuevo gobierno.

Esta última entrega incluye 660 cajas-archivadores con documentos de entidades y particulares, publicaciones hechas en Catalunya de entidades y partidos, documentación del fondo de masonería, carteles, mapas, tampones, banderas, monedas, insignias y otros objetos.

Parte de estos documentos fueron incautados a entidades catalanas, sobre todo de las comarcas de Tarragona, pero por su cercanía, fueron depositados por el bando nacional en el archivo de Vinaròs (Castellón).

En un principio la ley no contemplaba la devolución de estos fondos, pero la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, confía en que el proceso sea "fluido" y no haya problemas, según expresó en la última devolución, el pasado mes de julio. CENTELLES,

Caso perdido

Sobre la polémica venta del archivo del fotoperiodista Agustí Centelles por parte de sus hijos al Ministerio de Cultura —y que ahora se custodia en el Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) de Salamanca—, Cruanyes ha comentado que no vale la pena dedicar "ni un esfuerzo" al tema.

Recientemente, los herederos del archivo enviaron un burofax a los candidatos Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy pidiendo que, gobierne quien gobierne, el fondo no se mueva de Salamanca, por lo que para Cruanyes valdría más la pena poner en valor a los fotógrafos vivos.