La nueva Ley General de la Salud Pública, publicada recientemente, afectará a unos 1.200 psicólogos colegiados de la Región de Murcia, que pasarán a tener el rango de profesional sanitario, de forma que su trabajo tendrá mayor cobertura legal y los pacientes "gozarán de una cierta de ventajas y garantías".

Así lo ha hecho saber a Europa Press la decana del Colegio de Psicólogos de la Región de Murcia, María José Catalán, quien se ha felicitado por la entrada en vigor de esta nueva Ley, que vuelve a reconocer a los psicólogos "como los profesionales sanitarios que eran antes".

Catalán ha recordado que, hasta ahora, la Ley de Organización de Profesiones Sanitarias, aprobada en 2003, solo reconocía como profesional sanitario a los psicólogos especialistas en psicología clínica, y lo que el Colegio pedía desde hace ocho años era que este reconocimiento se hiciese extensivo a todos los psicólogos.

En la Región de Murcia hay en torno a los 300 psicólogos en especialidad clínica, entre los que se encuentran los que acceden por la vía del Psicólogo Interno Residente (PIR) o aquellos que previamente estaban ejerciendo otras funciones y consiguieron la especialidad por homologación.

Además, hay unos 70 psicólogos que trabajan en el Sistema Nacional de Salud, en áreas de salud mental, y los profesionales que pueden acceder a esta nueva regulación de Psicólogo general sanitario suman en torno a 1.000 o 1.200 colegiados de los 1.400 que hay registrados en el Colegio.

Hasta ahora solo podían trabajar en sanidad pública, tanto en su ámbito general como a nivel de la concertación de servicios con entidades privadas, los psicólogos que tienen en su poder el título en especialista en psicología clínica, de forma que los psicólogos generalistas no podían ser contratados en el ámbito del Sistema Nacional de Salud.

Por el contrario, estos profesionales sí que podían ejercer por cuenta propia y por cuenta ajena a nivel privado, ya que había fórmulas transitorias que posibilitaban que quienes no fuesen sanitarios pudiesen acceder al reconocimiento de sus consultas como sanitarias, pero lamenta que, "desgraciadamente después, a nivel legal, era una norma que no tenía reconocimiento legal".

Y es que hubo denuncias de profesionales de otros sectores que podían ver algún problema de competencia con los psicólogos, por lo que acudieron a los juzgados y "ganaron la batalla en ese sentido", según Catalán, quien recuerda que el Tribunal Supremo "puso en riesgo el trabajo que estaban ejerciendo de forma continuada muchos psicólogos que ejercían en el ámbito de la salud".

Con la nueva Ley General de la Salud Pública, la decana considera que la profesión de los psicólogos "está de nuevo regulada y, por tanto, tiene de nuevo todas las garantías profesionales, tanto para los psicólogos como para los usuarios, que van a estar atendidos y respaldados por profesionales que tienen una regulación y tienen unas normas deontológicas de obligado cumplimiento, y con un Colegio profesional encargado de supervisar el ejercicio".

Además, al estar regulados, los psicólogos tendrán que estar vigilados por el sistema sanitario público, porque estarán registrados en sus estructuras y tendrán que supervisar su labor". Así, el paciente que acuda a requerir el servicio de un psicólogo y entienda que se han vulnerado sus derechos, podrá recurrir al Colegio Profesional para que se valore el ejercicio de cada profesional.

Siguiente reto:

Acceso al sns

Tras cumplir este "reto", la organización colegial está luchado para que estos profesionales lleguen también a acceder al Sistema Nacional de Salud, "no para trabajar con las personas con trastornos mentales en el ámbito específico de la salud mental, pero sí para el abordaje general de la salud", añade la decana.

Y es que los psicólogos "podemos muchas veces aportar el trabajo desde una perspectiva global sanitaria, no solo biológica, sino en atención psicológica en enfermedades". El objetivo sería "mejorar la calidad sanitaria general de todos los ciudadanos", determina.

"La psicología es transversal, ya que sus profesionales pueden trabajar con enfermos de cáncer, que es una cuestión física, pero también se puede atender las repercusiones a nivel psicológico que se derivan de la misma, no solo para quienes lo padecen, sino para los familiares, por ejemplo".