El Parlamento andaluz ha rechazado, con los votos en contra de PSOE y a favor de PP e IU, una proposición no de ley de los populares para pedir que se mantenga el diseño original de la SE-40, con los dos túneles, ante lo cual el PP ha anunciado que lo llevará al Congreso de los Diputados cuando pasen las elecciones generales del 20 de noviembre.

Esta propuesta se debatió en la comisión de Obras Públicas y Vivienda, donde la iniciativa ha contado con los votos a favor de PP e IU y en contra del PSOE.

En declaraciones a Europa Press, el diputado proponente, Jaime Raynaud (PP), ha criticado la "falta de argumentos políticos del PSOE para sustentar su decisión" y ha considerado "pueril" el argumento de que esas modificaciones en el proyecto supongan un ahorro de 100 millones de euros, ante lo que el popular les ha recordado "los 700 millones que han dedicado al fondo de reptiles".

Para Raynaud, estas modificaciones suponen "un recorte brutal en el área metropolitana de Sevilla en una infraestructuras prioritaria que es un agravio más del PSOE con Sevilla", toda vez que, en su opinión, "a los retrasos acumulados se suma este recorte brutal que pone en riesgo la seguridad del túnel, la vertebración territorial". El PP lamenta además que "haya prevalecido en el grupo socialista el interés absolutamente sectario al interés general de Sevilla".

El diputado autonómico ha ratificado que tras las elecciones general, cuando se constituyan las Cortes Generales, el PP elevará esta propuesta al Congreso de los Diputados "para instar al Gobierno que repare el ultraje cometido con Sevilla y deje el proyecto como estaba".

Raynaud ha recordado que "la autorización para redactar el proyecto modificado supone un retraso añadido" y considera que al PSOE "le trae sin cuidado cuando y como se vaya a terminar la SE-40 y ahora, con la actitud de votar en contra, todavía más".

Ya la semana pasada, en una rueda de prensa en Sevilla, Raynaud criticó que, con la modificación del proyecto original de la SE-40 —que pasaría de tener tres carriles a dos y de dos túneles a uno—, se generaría "un cuello de botella verdaderamente peligroso e inadmisible en una infraestructura del siglo XXI"; una medida que además resultaría "irreversible" pues, al tratarse de una obra subterránea, "impide que en el día de mañana se pudiera adherir otro túnel".