Un microproyecto financiado con fondos riojanos beneficiará a una treintena de niñas brasileñas víctimas de abuso sexual

Un microproyecto financiado con fondos riojanos beneficiará a una treintena de niñas y adolescentes brasileñas, de entre 7 y 18 años, víctimas de abusos sexuales y malos tratos, tal como han informado este miércoles el consejero de Presidencia y Justicia, Emilio del Río, y el misionero riojano José Alberto Moreno, agustino recoleto natural de Arnedo.
Del Río, Moreno Y Otros Participantes En La Presentación
Del Río, Moreno Y Otros Participantes En La Presentación
EUROPA PRESS
Del Río, Moreno Y Otros Participantes En La Presentación

Un microproyecto financiado con fondos riojanos beneficiará a una treintena de niñas y adolescentes brasileñas, de entre 7 y 18 años, víctimas de abusos sexuales y malos tratos, tal como han informado este miércoles el consejero de Presidencia y Justicia, Emilio del Río, y el misionero riojano José Alberto Moreno, agustino recoleto natural de Arnedo.

Según ha detallado Del Río, el proyecto, denominado 'Mejora de la atención psicosocial y física de las menores de edad víctimas de violencia sexual en el Centro Lar Santa Mónica y de sus familias, residentes en Fortaleza', está siendo ejecutado en la zona por la ONG agustiniana Haren Alde (En Favor de los Demás), "para lo que cuentan con una ayuda del Ejecutivo riojano de 45.216 euros".

El Centro Lar Santa Mónica consta de dos casas de acogida "que tratan de cubrir las necesidades educativas, alimenticias, sanitarias y físico-psicológicas de las 48 menores de edad que allí residen". Además de atender a las menores, ha dicho el consejero, "la actuación también pone el acento en sus familias, especialmente en sus madres o tutoras, alrededor de 112 personas".

La actuación incluye diversas medidas "que se pueden agrupar en cinco grandes ejes, desde la mejora del estado psicoemocional y desarrollo de habilidades sociales, de la atención social, de su estado nutricional, hasta el acompañamiento y asesoramiento de las familias y la mejora del trabajo en red con entidades públicas y privadas".

Del Río ha recordado que "los microproyectos constituyen una nueva categoría dentro de las modalidades de cooperación al desarrollo a las que otorga ayudas el Gobierno de La Rioja, que se articuló el pasado año".

Se trata de actuaciones dirigidas "a satisfacer de forma directa las necesidades fundamentales de las poblaciones desfavorecidas con objetivos alcanzables a corto plazo", con proyectos de menos de 60.000 euros.

"Es una ayuda para que salga adelante mucha gente que, de otro modo, no podría hacerlo. Estamos orgullosos de ser riojanos, por el esfuerzo solidario que se está haciendo en momentos difíciles, y no sólo por eso, sino por el buen uso de esos esfuerzos, un mérito de los misioneros y cooperantes", ha asegurado.

Para José Alberto Moreno, "se están viviendo momentos difíciles, también en España, pero no es nada comparado con lo que vivimos allí". El proyecto atiende a niñas que llegan a las casas de acogida a través de los juzgados de menores "y con las que se realiza un trabajo de prevención y vigilancia, a ellas y a sus familias".

El misionero ha explicado que "trabajamos para que, en el menor tiempo posible, estas niñas puedan volver a la sociedad con la mayor dignidad posible, les hacemos recuperar su dignidad, y, para esto, tenemos que esforzarnos en su ambiente, muchas de ellas no pueden volver con sus familias, pero sí a un entorno más seguro".

"Con este proyecto vamos a salvar vidas pisoteadas, las de niñas de 5 y 6 años que han sido abusadas, de niñas de 11 y 12 años que ya son madres o que, cada noche, salen a hacer la calle, las de niñas que llegan con graves heridas por malos tratos, porque no han conseguido el dinero que esperaban sus familias", ha subrayado Moreno.

Ha hecho hincapié en que, a través de su proyecto, "no vamos a intentar cambiar Brasil, un país emergente para muchas cosas, pero no para muchas otras, pero sí vamos a intentar, con dedicación, esfuerzo, trabajo y tesón, cambiar la vida y hacer felices a estas niñas que se lo merecen".

Cristina Martínez, cooperante del proyecto que ha visitado en dos ocasiones las casas de acogida de Fortaleza, ha asegurado que "cuando llegué allí la primera vez, descubrí que el proyecto es mucho más de lo que parecía; al volver, lo hice consciente de las limitaciones del país, pero sólo con que una niña haya dejado de pasar una noche en esta situación, ya merece la pena".

En el mismo sentido se ha manifestado Marisol Castillo, colaboradora de la ONG en Arnedo, quien ha defendido que "pese a que muchas veces dan ganas de tirar la toalla, no tenemos que cansarnos, porque estas niñas merecen nuestro cariño, que no encuentran en sus familias".

El presidente de la Asociación de Amigos de los Monasterios de San Millán, entidad que también colabora en el proyecto, Santiago Coello, ha resaltado que "las ayudas que se dan van directamente a lo que se destinan, no hay intermediarios", al tiempo que ha incidido en la "labor inmensa de estas personas en redimir a estas pobres niñas, una tarea que hay que aplaudir y apoyar".

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