Ricky Martin deja España tras pasar por las fiestas de San Isidro

El puertorriqueño Ricky Martín cerró la noche del domingo su paso por España con un concierto en el Madrid Arena, enmarcado en las fiestas de San Isidro, en el que desplegó su actual pasión por la mezcolanza de estilos, de nuevo incluida en su más reciente álbum, Life.
Ricky Martin, durante su actuación (Efe).
Ricky Martin, durante su actuación (Efe).
Efe
Ricky Martin, durante su actuación (Efe).

Una noche con Ricky Martin trajo al cantante de nuevo ante el público madrileño tras más de cinco años de ausencia desde su último concierto en la capital con "'Livin' la vida loca World Tour".

El artista consiguió un aforo casi completo en el Madrid Arena, escenario que da cabida a cerca de 10.000 espectadores, tras haber pasado por Barcelona, Valencia y Murcia durante esta semana con desigual resultado de público.

Tras casi más de media hora de espera amenizada por la llegada a las gradas de famosos Miguel Bosé, el otro protagonista de este San Isidro, además de los venezolanos Boris Izaguirre y Carlos Baute, Ricky Martín inició su repertorio con los sonidos inspirados en la India de Til I get you y I don't care, dos de su nuevos temas.

El alma en el escenario

Tras la introducción de su Life, disco que, al igual que su anterior trabajo Almas de silencio, continua ahondando en la fusión entre el pop tradicional y las músicas del mundo, el cantante se mostró "listo para dejarse el alma en el escenario", según sus propias palabras, y comenzó a ofrecer coreografías más completas en las que incluyó a su banda en This is good, para luego pasar a la balada She's all I ever had.

Una versión más cosmopolita y actualizada de su célebre Livin' la vida loca dio paso a otro de sus nuevos temas, I am.

Tanto esta canción como Geisha dejaron patente la relevancia que Martin concede en esta etapa a la fusión melódica y cultural dejando en ocasiones las letras y, por tanto, su interpretación vocal, a un lado e involucrándose mucho más en las melodías y el baile.

También hubo flamenco

Aunque él mismo demostró su versatilidad al incorporarse al cajón flamenco y las palmas en Jaleo, el protagonismo del flamenco se prolongó hasta la interpretación de She bangs, donde un público que ya había abandonado permanentemente sus asientos otorgó una de las ovaciones de la noche a la bailaora que culminó esta parte del espectáculo.

Fue con María cuando el puertorriqueño se adentró de llenó a las raíces que le llevó hace unos años a conquistar mercados hasta el momento insospechados para un artista latino y le convirtieron en uno de los pioneros del actual boom internacional de una generación de artistas como Shakira, Juanes y el propio David Bisbal.

Pero fue en sus últimas canciones cuando el cantante volvió a la pureza del género latino y abrazó sin rubor la salsa de La bomba en el punto álgido del recital que logró prolongar con "Por arriba, por abajo" con la que consiguió dirigir una multitudinaria coreografía con un público completamente entregado.

En este momento que el propio artista definió como "la parte más importante del espectáculo" decidió abogar por "la unión de culturas" para cerrar con Cup of life, el éxito que le convirtió en estrella en todo el Planeta y que culminó una perfecta noche veraniega en Madrid, previa a la festividad de San Isidro.

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