Ludeña, situado en el extremo más oriental de Asturias, es algo parecido al paraíso para el viajero que busca la tranquilidad rural. Espectaculares parajes, gastronomía soberbia y apenas un centenar de habitantes son sus principales reclamos. Pero desde que sirve de escenario para el reality de Telecinco Acorralados, sus calles se han convertido en un ir y venir de gentes del mundo del espectáculo. Ludeña está irreconocible. Parece otra.

"Estamos encantados", asegura Laura Gutiérrez, concejala de Pidoña, a cuyo Ayuntamiento pertenecen Ludeña y otras 93 pequeñas aldeas. "Se ha contratado a una veintena de trabajadores de la zona, todo el equipo se aloja en sus establecimientos hoteleros y el comercio se ha revitalizado muchísimo. Todo el concejo se beneficia de la presencia del equipo de rodaje".

Por si fuera poco, el concurso ha optado por hacerse eco de algunas de las tradiciones de la zona. El pasado día 5, Jorge Javier Vázquez, presentador del espacio, hacía partícipes a los concursantes de una de las más singulares tradiciones del pueblo, el festival de la avellana.

"A pesar de que la zona ya tiene un gran atractivo turístico, es importante aprovechar el tirón de un programa como este", cuenta Gutiérrez. Toda ayuda es poca para una zona cuya población envejece a marchas forzadas y que ha recibido con los brazos abiertos a su particular Mr. Marshall.

Ludeña no es el único pueblo que se ha visto enormemente beneficiado por el rodaje de un espacio televisivo. Lastres, también en Asturias, ha sacado el máximo partido posible al hecho de ser, en la ficción, San Martín del Sella, el pueblo donde reside el doctor Mateo de Antena 3. La repercusión de la serie en el municipio ha sido tal que el Ayuntamiento ha creado la Ruta del Doctor Mateo para que los interesados puedan conocer todas las localizaciones de la serie.