Un problema informático ha imposibilitado que los dos trabajadores detenidos en el conflicto de astilleros de Sevilla y acusados de desobediencia grave y resistencia a la autoridad hayan podido declarar este martes en el juzgado de instrucción número 5 de Sevilla, según han indicado a Europa Press fuentes sindicales, que han apuntado que dichas declaraciones se aplazarán al 8 de noviembre.

Las fuentes asimismo han indicado que ya ha concluido la protesta iniciada esta mañana junto a la factoría de astilleros, por la que todos los trabajadores han cortado la carretera de la esclusa y han montado barricadas y quemado neumáticos y contenedores ante la "incertidumbre" que padecen debido de la falta de actividad y para "demostrar que seguimos vivos e indignados".

Han vuelto a criticar la actitud de la Policía, que "ya estaba allí cuando hemos cortado la carretera e incluso ya ha cargado contra nosotros, causando heridas leves a dos compañeros, que han recibido varios bolazos y alguno ha sido golpeado con botes de humo".

En ese sentido, han indicado que dicha presión policial "nos ha obligado a replegarnos y volver a la factoría" y han lamentado que "ni siquiera se puede salir de la factoría, ni para apoyar a los compañeros que están en los juzgados, no nos atrevemos". Han indicado que los agentes "nos han tomado los datos y han registrado nuestros vehículos".

Vista aplazada

Por otra parte, otras fuentes sindicales han indicado a Europa Press que los dos trabajadores detenidos el pasado 29 de septiembre —actualmente en libertad— se han personado a primera hora para prestar declaración, pero debido a un "problema informático" no han podido declarar y les han citado para el 8 de noviembre en el juzgado de instrucción número 5.

Las fuentes han indicado que los abogados de ambos detenidos han aportado a este procedimiento un escrito de denuncia contra la actuación policial donde "se cuentan los hechos que concurrieron el día de la detención".

El pasado 29 de septiembre, la Policía Nacional detuvo a dos trabajadores por los incidentes registrados el 23 de septiembre en la manifestación que se celebró desde la glorieta de Blas Infante hasta el palacio de San Telmo, donde la Policía forcejeó con uno de estos trabajadores "porque llevaba una bolsa con huevos".

En concreto, los detenidos eran el secretario general de la Federación del Metal de CCOO Sevilla, Juan Antonio Caravaca, y un joven trabajador que no pertenece al comité de empresa. Ambos apresados están acusados de "desobediencia grave y resistencia a la autoridad".

Los detenidos, que fueron puestos en libertad a la espera de juicio, que se celebra este martes, aseguraron que en aquella manifestación del pasado viernes "en ningún momento hubo desobediencia grave ni resistencia, desarrollamos nuestra protesta con total normalidad".

Los sindicatos sí criticaron la actuación de la Policía hacia el otro detenido, un joven trabajador que no pertenece al comité de empresa, toda vez que "de madrugada, cuando el joven salía, cuatro encapuchados sin identificarse, que eran agentes de policía de paisano, lo han apresado, agrediéndole en la cara y metiéndolo en un coche". Por ello, ha indicado que los sindicatos están valorando presentar una denuncia contra la Policía "por presunta agresión".

Los sindicatos UGT-A y CCOO-A han denunciado que la Policía Nacional detuvo a este trabajador de astilleros de Sevilla "sin una notificación previa, sin aviso previo y de madrugada", de forma que, según aseguran, "lo han apresado cuando salió de su casa, pues lo estaban esperando en la puerta, en una actitud más propia de otros tiempos y otra época".