El Tribunal Supremo (TS) ha desestimado dos recursos contra la sentencia de la Audiencia de Girona que absolvió a un guardia civil, a su mujer y a un portero de un local de alterne acusados de participar en una red dedicada a introducir en España a mujeres de procedencia rusa y ucraniana entre septiembre de 2001 y junio de 2002.

Confirma así la sentencia que consideró que no estaba acreditado que los tres acusados hubieran conseguido documentación y dinero para la entrada en España de tres mujeres del Este haciéndoles creer que les proporcionarían un trabajo como camareras para después obligarlas a prostituirse.

Durante el juicio celebrado en noviembre de 2001, el guardia civil negó conocer a las víctimas pese a las conversaciones grabadas, pero ninguno de los propietarios de los prostíbulos lo inculpó.