El presidente de la Cámara de Comercio, Jose María Ruiz-Alejos, instó hoy a los empresarios riojanos a que calculen el ciclo de vida (la huella de carbono) de los procesos de transformación o los servicios que prestan. Se trata de algo que, en su opinión, hay que hacer "sí o sí" porque "el problema es vender, y este elemento es diferenciador".

Ruiz-Alejos firmó hoy un convenio de colaboración con la empresa Cyclus Vitae Solutions y la Fundación Empresa y Clima para facilitar a todas las empresas riojanas el cálculo de la huella de carbono y el análisis de ciclo de vida de productos y servicios.

Además, la Cámara, como adelantó su presidente, buscará ayudas del Ejecutivo, "para que sea más fácil, con el precedente de las ISOS". En cualquier caso, consideró que se trata de algo "asequible" y, de hecho, dijo, sus empresas "se lo pueden permitir".

Aunque aún no es obligatorio, insistió en la necesidad de contar con este análisis por "necesidades de mercado y petición de los propios consumidores". De todas formas, señaló el componente legislativo, dado que "en breve" sí será obligatorio y ya se está redactando la Norma ISO 14067.

El precedente está en otros países de Europa y, en este sentido, el director de Cyclus Vitae Solutions, Pere Fullana, se refirió a la 'Ley Grennelle', que obliga a informar sobre la huella de carbono a los productos que se importen a Francia.

A raíz de esto, dijo, Francia está presionando a la Comunidad Europea para que sea obligatorio, algo que se une a la "presión de mercado" y ya hay grandes superficies que lo exigen a sus proveedores. Es algo, en palabras de Ruiz-Alejos, "imparable".

La huella de carbono, en concreto, calcula todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de las que un producto, servicio o empresa son responsables a lo largo de su cadena de valor/abastecimiento, permitiendo encontrar eficiencias internas y externas que permitan disminuir emisiones y mejorar procesos.