"Somos fans de la duquesa de Alba, hemos venido a apoyarla"

Tres amigos disfrazados de la duquesa de Alba, Alfonso Díez y Carmen Tello esperan a la puerta del Palacio de las Dueñas de Sevilla.
Tres amigos disfrazados de la duquesa de Alba, Alfonso Díez y Carmen Tello esperan a la puerta del Palacio de las Dueñas de Sevilla.
M. C.
Tres amigos disfrazados de la duquesa de Alba, Alfonso Díez y Carmen Tello esperan a la puerta del Palacio de las Dueñas de Sevilla.

Unas trescientes personas se han congregado este miércoles a las puertas del Palacio de las Dueñas, en el centro de Sevilla, donde la duquesa de Alba, de 85 años, contrajo matrimonio en terceras nupcias con Alfonso Díez.

El enlace de la grande de España ha atraído a numerosos curiosos y admiradores sevillanos e, incluso, de otros puntos de España. Es el caso de las hermanas Pepi y Francisca Torrejón, de San Fernando (Cádiz), que por la mañana tomaban el tren de las 7.00 para poder llegar a tiempo al lugar donde los novios tenían previsto darse el "sí, quiero".

"Nos encanta la duquesa", afirmaban ambas, que veían normal que Cayetana, pese al número de títulos que ostenta, vuelva a pasar por el altar a su avanzada edad. Lo mismo opinaba Justa Real, una extremeña que vive actualmente en una residencia de Sevilla y que tiene los mismos años que la duquesa. De Cayetana admira, sobre todo, "que siempre ha hecho lo que le ha dado la gana": "Me encanta, es un ejemplo. A ella no le gusta la soledad", explicaba.

La imagen de los novios ha inspirado a tres amigos, dos de ellos estudiantes del IES Heliche, que se han disfrazado de los contrayentes y de la amiga inseparable de la novia, Carmen Tello, para homenajearles.

"La duquesa es nuestra representante, los hijos no", subrayaba sin embargo María Luisa, una vecina del barrio hispalense de Triana que portaba unas castañuelas para recordar que el coro de Triana se acercaría al lugar para celebrar el enlace con sus canciones.

El acto también ha sido aprovechado por algunos asistentes para exponer sus reivindicaciones, ajenas a la boda de la madre de Eugenia Martínez de Irujo, quien no podrá asistir por encontrarse ingresada en la clínica Ruber de Madrid aquejada de varicela.

Es el caso de dos maestros, que con dos pancartas recordaban a sus 20 compañeros encerrados en la catedral de Sevilla para protestar contra el decreto 302. U otro sevillano con un gran cartel con forma de yogur en el que reclamaba a Julio Jardi, marido de María José Galena, 8.000 euros que, supuestamente, este le debía. "Págame, no estoy caducado", clamaba a la vez que se declaraba fan de la duquesa Cayetana y posaba sonriente ante las cámaras.

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