Al menos 212 policías municipales del norteño estado mexicano de Nuevo León (fronterizo con los EE UU) han sido retenidos desde el pasado fin de semana para ser investigados por sus presuntos nexos con el narcotráfico y el crimen organizado, informó una fuente oficial.

De este grupo, 113 están bajo investigación y los otros están en situación preventiva para ampliar indagaciones sobre sus presuntos nexos con la delincuencia organizada, detalló un portavoz del Consejo de Seguridad de Nuevo León.

La fuente explicó que desde el pasado fin de semana se inició un operativo a cargo de un grupo de soldados, marinos y policías federales para detectar a aquellos agentes que pudieran formar parte de grupos criminales como Los Zetas y el cartel del Golfo.

Mencionó que la mayoría de los policías pertenece a las localidades rurales de Hidalgo, Ciénega de Flores, Benito Juárez, así como del municipio del Carmen, donde fueron detenidos el director de la corporación policial junto con 22 agentes más.

Según la fuente, como parte de la investigación los detenidos fueron trasladados a la academia de la policía estatal para aplicarles un examen de confianza.

Las corporaciones municipales, de las cuales el 90% tienen menos de cien agentes y cuyos integrantes reciben salarios muy bajos, son fácilmente sobornables, además de que su capacidad de fuego es superada por las organizaciones criminales.

En los últimos tres años Nuevo León ha registrado altos niveles de violencia producto de la pugna entre los cárteles de las drogas por el control del territorio, que en los últimos 12 meses ha cobrado la vida de más de 1.300 personas, incluidos unos 90 policías.

Mientras tanto este lunes volvieron a abrir cientos de escuelas primarias y secundarias en la zona de Acapulco. Los centros de enseñanza estuvieron cerrados más de un mes porque los maestros se oponían dar clases por temor al crimen organizado que, según denunciaron, les extorsionaba.