La Escuela Europea de Competencias comienza este lunes su actividad de la mano del Instituto Andaluz de Tecnología (IAT) con el objetivo de mejorar la empleabilidad de los futuros trabajadores a través de la experiencia y el entrenamiento de competencias no técnicas.

En una entrevista concedida a Europa Press, el director general del Instituto Andaluz de Tecnología (IAT), Miguel Ángel Luque, y la promotora de este proyecto y gerente de capacitación y desarrollo del IAT, Luisa Arana, han señalado que "no se trata de una escuela de negocios, ni una universidad alternativa" sino un proyecto que pretende incidir en aquellos puntos, como la innovación, la creatividad o el trabajo en equipo, que no se aprenden en la formación reglada, pero que "las empresas demandan" y marcan la diferencia entre los trabajadores.

De esta manera, la Escuela servirá de "puente" entre los estudiantes y futuros trabajadores con las empresas colaboradoras, que han estado trabajando con IAT en describir cuáles son los perfiles de empleados que necesitan y cuáles son los vacíos que normalmente encuentran en ellos.

Entre las empresas colaboradoras se encuentra Airbus Military, Ayesa, Isotrol, Sadiel o Heineken. "Empresas de tamaño grande, muy importantes, y con un carácter innovador", ha subrayado Luque, quien ha añadido que "las empresas demandan perfiles competenciales y la Escuela ofrece a los futuros profesionales experiencias y conocimiento que inciden sobre las competencias no técnicas que complementan su perfil profesional, su curriculum".

El perfil de los futuros alumnos será estudiantes de último curso o recién licenciados que buscan complementar sus competencias técnicas, pero "la Escuela Europa de Competencias está abierta a todo el que quiera participar y contribuir, esté trabajando o estudiando en la facultad o un ciclo formativo, siempre que quiera conocer este tipo de competencias y desarrollarlas".

Luisa Arana ha señalado que este proyecto cuenta con un "matiz muy innovador", ya que se basa en el entrenamiento mediante experiencias, "pues por sólo ir a un curso no se desarrollan competencias", es cierto que se necesita conocimiento, pero "sobre todo se necesitan comportamientos de éxito y esto se consigue con la práctica real, con la aplicación de conocimiento".

En este sentido, el director general del IAT ha explicado que el Instituto desde que naciera en 1989 ya se planteó que sus trabajadores contarán con este tipo de perfiles "diferentes" y con "una actitud que permitiera desarrollar estas técnicas". A

La carta

Bajo el nombre de Escuela Europea de Competencias existe un sinfín de actividades tanto de conocimiento como experienciales, a las que el alumno puede decidir como interactuar, ya que existen varias posibilidades. Por un lado, se ha pensado una forma de ir acercándose a las actividades poco a poco, de forma ocasional y esporádica, también se puede ser miembro de la Escuela, que está presente en las redes sociales —@LaEEC— y cuenta con una web —http://escueladecompetencias.eu/— y, por otro lado, se puede entrar lleno y ser alumno de Continuum.

El alumnos de Continuum parten desde un análisis de cuáles son las competencias que quiere desarrollar y en qué nivel se encuentra en ellas para poder mejorarlas. Así se realiza un estudio de puntos fuertes y áreas de mejora y, con estos resultados, el personal de la Escuela Europea de Competencias realiza un itinerario personalizado para este alumno, que al menos debe participar en 31 actividades de las 50 que convocará la Escuela anualmente.

Asimismo, este tipo de participante contará con preferencia a la hora de que la Escuela ofrezca experiencias laborales en las empresas colaboradoras o actividades en estas firmas colaboradoras.

Los precios propuestos para este proyecto son "populares" y esperan contar con unos 500 alumnos a medio plazo, aunque se mostraron "seguros del éxito de la Escuela".