El Alcalde de Fraga, Santiago Escándil, ha insistido en la necesidad del desdoblamiento de la N-II entre las localidades de Fraga y Alfajarín. Así lo ha manifestado, tras el accidente mortal que ha tenido lugar esta madrugada en esta vía, en el término municipal de Peñalba.

Escándil ha apuntado que "la verdad es que es triste que tengamos que salir una vez más a reivindicar esto, pero los datos son demoledores. Creo que llevamos unos nueve muertos en lo que va de año, pero podrían haber sido muchos más, porque los accidentes se han ido sucediendo en el tramo".

El alcalde de Fraga ha explicado que "no se qué cuestión es la que impide que en el eje La Jonquera-Cádiz, que cubre más de 1.000 kilómetros, sea sólo este tramo el que queda pendiente de desdoblar. La obra es prioritaria".

Escándil ha considerado que se ha perdido un tiempo valioso, pero cuenta con que la crisis no frustre la obra. "Espero que el Gobierno, sea éste o el que le suceda, recapacite y entienda que hay que actuar", ha señalado el edil.

Hace poco más de un año, la ciudad de Fraga acogió un encuentro de alcaldes de municipios situados en las cercanías del tramo pendiente de desdoblar. Entonces se rubricó un manifiesto, que después de recordar la situación de una carretera por la que cada día circulan unos 10.000 vehículos, solicitaba al Gobierno de España que, a través del Ministerio de Fomento, suscribiera "un compromiso de obras y fechas" para que el desdoblamiento sea una realidad.

Este texto también proponía que las obras comenzaran por las variantes de los municipios que cruza la carretera en este tramo, ya que se entiende que son estos puntos los que generan mayores problemas.

El pasado año los alcaldes y representantes políticos firmantes propusieron que se implantara un 'peaje blando' para vehículos pesados —los turismos disfrutan ya de ventajas—en el tramo de la AP-2 que conecta Fraga y Alfajarín.

Otra de las propuestas ha sido que el tráfico en esta vía se liberalice. Las eventuales obras de desdoblamiento de la N-II entre Fraga y Alfajarín, deberían planificarse y ejecutarse "teniendo en cuenta la opinión de los municipios afectados".

El manifiesto fue rubricado por los entonces alcaldes de las localidades oscenses de Fraga, Osso de Cinca, Zaidín, Peñalba y Ontiñena; de las catalanas Alcarrás, Granja d'Escarp, Massalcoreig, Aitona y Serós y las zaragozanas Pina de Ebro, Monegrillo, Figueruelas, Bujaraloz, Osera de Ebro y Alfajarín.