Según las fuentes, el cuerpo momificado de la pequeña fue encontrado tras una primera capa de suelo de hormigón, otra de unos 20-25 centímetros de tierra y una tercera capa de suelo cerámico.

Al parecer, el suelo original del sótano fue elevado en su momento y cubierto por los de tierra y hormigón. Al levantar una de las baldosas del suelo de cerámica, durante las obras ahora en marcha en el local, el obrero descubrió el cadáver del bebé, que estaba en buen estado de conservación.

Según el jefe de las obras de remodelación del edificio, la Policía Científica había estimado que el bebé podría llevar en ese lugar "unos 80 o 100 años".

Sanitarios del SAMUR-Protección Civil se desplazaron hasta el lugar para confirmar que se trataba de un recién nacido y no de un muñeco, como en un principio creyó el obrero que lo encontró, dijeron portavoces de Emergencias Madrid.

El hombre tuvo que ser atendido por los psicólogos del SAMUR ya que presentaba una fuerte crisis de ansiedad.

La Policía Judicial y Científica se ha hecho cargo de la investigación.