La directora general de Violencia de Género de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, Ana Soledad Ruiz, ha insistido este martes, tras conocerse el décimo-tercer caso de violencia de género de la comunidad acaecido en Vícar (Almería), en que separarse o divorciarse del agresor no evita muertes machistas.

En declaraciones a Europa Press, Ruiz ha explicado al respecto que la mujer de 41 años fallecida este martes a manos de su compañero sentimental había acudido al Centro de Atención a la Mujer de esta localidad almeriense pero "solo para informarse sobre el proceso de separación". "Es decir, que en ningún momento ni las técnicas (que la atendieron) detectaron nada ni ella expresó nunca que hubiera un problema de agresión", detalla.

Por esto, y porque "no había antecedentes" de agresiones anteriores "ni había puesto denuncia ni había solicitado ayuda para nada semejante", desde el Centro de Atención a la Mujer no se pudo hacer nada por ayudar a esta mujer, algo que Ruiz lamenta profundamente porque "ella conocía que había un centro de ayuda a la mujer y que podía que haberle salvado la vida si hubiese transmitido que había algún problema".

La directora general de Violencia de Género asegura que en este caso, "como en muchos otros que se están produciendo este año", las víctimas creen que con separarse o divorciarse de la pareja que maltrata es suficiente, cuando, según alerta, "es un momento de máxima peligrosidad". Por ello, pide a las mujeres víctimas que denuncien los malos tratos pero que "antes de hacerlo, siempre se informen". "Esto es muy importante porque, si es un maltratador, no va a parar simplemente por el hecho de separarse o divorciarse", recalca Ruiz tras incidir en que "lamentablemente, solo con decir basta e irse no resuelven la situación".

Para que este mensaje llegue a toda la ciudadanía en general y a las víctimas en particular, la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social puso en marcha el año pasado una Red Ciudadana de Apoyo a la Víctimas de Violencia de Género. Esta red, según ha recordado la directora, está compuesta por asociaciones vecinales y de mujeres en distintos barrios de las provincias andaluzas que se han formado o se están formando para apoyar y asesoras a las mujeres víctimas de violencia de género.

"Como no hay varitas mágicas ni bolas de cristal que nos indiquen lo que pasa en sus casas, es muy importante involucrar a familiares y vecinos para que puedan apoyarlas, aunque sea simplemente acompañándolas a un centro especializado donde hay profesionales que sí pueden ayudarlas a salvar su vida", explica.

La red familiar y vecinal, según Ruiz, es a veces la "única vía para saber si se están produciendo casos de violencia". De ahí, que sea "tan importante que los allegados, al primer signo, contacten con nosotros para poder ayudar a estas mujeres".