La Audiencia de Valladolid ha impuesto una pena de dos años de cárcel a un joven de 22 años, Aitor G.S, como autor de un delito contra la salud pública cometido en agosto de 2008, fecha en la que llegó desde la República Dominicana con un total de 350 gramos de cocaína que llevaba ocultos dentro de su propio organismo.

No fue necesario la celebración del juicio, ya que la defensa y la acusación pública ya habían pactado con antelación la sentencia condenatoria, que, además de los dos años de privación de libertad, incluye el pago de una multa de 21.000 euros. La reducción en la pena obedece a que al condenado se le aplicó la atenuante muy cualificada de confesión, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos se remontan al viaje que el joven efectuó entre los días 1 y 8 de agosto de 2008 a Punta Cana (República Dominicana), de la que regresó el día 9 del mismo mes al aterrizar en el Aeropuerto de Barcelona, sito en el Prat de Llobregat, cuando portaba en su organismo un total de 35 bolas que contenían cada una de ellas 10 gramos de cocaína que en el mercado clandestino habría alcanzado un valor de 21.000 euros.

A su llegada a España se alojó en diversos hoteles de Barcelona y allí procedió a la expulsión de la mercancía e hizo entrega de la misma a las personas que financiaron su viaje y cuya identidad desconoce.

Estos hechos fueron confesados por el propio acusado en su declaración prestada el día 7 de septiembre de 2008 en la Comisaría de la Policía Nacional en Burgos, sin que previamente las autoridades hubieran tenido conocimiento de los mismos.