El portavoz de cultura del grupo socialista en Les Corts Valencianes, Juan Soto, ha exigido este domingo "más coherencia y menos cinismo" hacia los centros de música y los conservatorios municipales ya que mientras desde Gobernación se resalta la relevancia de las bandas de música, Educación se dedica a "dilapidar este importante patrimonio valenciano".

En un comunicado, Soto se ha pronunciado así tras la protesta protagonizada este sábado por músicos, profesores y padres de alumnos de centros de música y conservatorios municipales de la Comunitat Valenciana contra los recortes del Consell, "uno de los muchos colectivos culturales que han salido a la calle ante la nefasta política cultural de Fabra y su Gobierno".

A su juicio, el "desinterés" de la Generalitat por el patrimonio valenciano "condena a la desaparición a una realidad viva de nuestra identidad cultural y pone en peligro más de mil empleos".

Para el socialista, si tal y como indica el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, las bandas de música son importantes, "también los son los centros que forman a esos futuros músicos".

Por ello, ha exigido al conseller de Educación, José Císcar, que "no deje pasar el tiempo y que en el plazo de 24 horas se reúna con los representantes de los centros de música y conservatorios", porque "el curso empieza ya y de esa reunión va a depender la supervivencia de estos centros". Además, le ha reprochado que "hasta el momento no se haya dignado a encontrarse con ellos para tratar el asunto".

Asimismo, ha destacado la importancia de estos centros sobre el empleo, dado que en ellos se forman 8.500 alumnos y trabajan 1.200 personas, empleos que ahora "están en peligro".

El diputado socialista ha denunciado que el Consell continúe reduciendo inversiones "donde más duele, mientras mantiene, por otro lado, las inversiones en los grandes fastos".

A ese respecto, ha comentado que la inversión en estos centros musicales ha pasado de 5,1 millones de euros en 2009 a 2,3 millones de euros en 2010 y 2011, lo que supone un recorte del 54%. Un descenso que ha calificado de "brutal" y de "golpe mortal" a la educación musical.