El Obispo de Santander pide implicarse más con la realidad de los presos de las cárceles

Con motivo de la Virgen de la Merced señala que los presos son uno de los "ámbitos privilegiados para toparnos con el Dios del Evangelio"
Penal "El Dueso"
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EUROPA PRESS
Penal "El Dueso"

El obispo de Santander, Monseñor Vicente Jiménez, ha instado "a cuantos nos sentimos Iglesia a implicarnos más con la realidad de los presos de las cárceles". Así lo ha pedido por medio de una Carta Pastoral que ha publicado con motivo de la celebración, este sábado, día 24, de la fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de las Instituciones Penitenciarias y Redentora de cautivos y presos.

En su escrito, Monseñor Jiménez destaca que la Iglesia "debe hacerse promotora" de la dignidad humana; también de la de aquellos "que han errado o cometido crímenes y delitos". Por ello, insta a "promover una cultura de los derechos humanos" que, "sin negar las exigencias de la justicia, sabe y es capaz de indicar los caminos de la reconciliación, de la confianza y de la esperanza".

El obispo destaca que las personas encarceladas son uno de los "ámbitos privilegiados para toparnos con el Dios del Evangelio", ya que en la "fragilidad de estas personas se manifiesta y encarna más ampliamente la misericordia de Dios, posibilitando el perdón".

Por ello, pide a "la comunidad eclesial que, alimentándose de la misericordia divina, haga suyas las miserias y carencias de los encarcelados para pasarlas por el corazón de Dios y llenarlas de libertad".

Además Monseñor Jiménez expresa que "ojalá que cuantos nos sentimos Iglesia, descabalguemos nuestra comodidad y prejuicios, implicándonos en el dolor de las víctimas y de los agresores, hasta llegar a transformar el lento tiempo de la cárcel en tiempo de Dios, en tiempo de gracia y de misericordia".

Con esta Carta Pastoral, el obispo desea recordar a todos los diocesanos la importancia de la Pastoral Penitenciaria en las cárceles. El tema —dice— es de "permanente actualidad" y está planteado para "provocar la reflexión y la interpelación, y para urgir una presencia comprometida de nuestra Iglesia Diocesana en el mundo de los presos".

Monseñor Jiménez cita en su escrito pastoral las palabras de San Pablo en la carta a los Hebreos, cuando el apóstol dice: "acordaos de los presos como si estuvierais con ellos encarcelados".

En esta línea añade que la Iglesia, "fiel al programa del Evangelio de Jesús que nos dijo 'Estuve en la cárcel y vinisteis a verme', ha aportado desde los primeros tiempos" una pastoral de presencia, de acompañamiento, de ayuda y de dedicación a las personas privadas de libertad así como a sus familias.

Monseñor Jiménez también señala que aunque han cambiado las formas y los estilos de la acción pastoral a lo largo de los siglos, la Iglesia, a través de las órdenes religiosas, capellanes, parroquias y voluntarios, "se ha esforzado por estar cerca de los presos y anunciarles con palabras y con gestos el Evangelio de la Salvación de Dios, ofrecida en su Hijo Jesucristo".

En la diócesis cántabra —precisa el obispo— los capellanes y el equipo de voluntarios del Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria, "realizan el anuncio de la Palabra, celebran la fe y dan testimonio del amor entre nuestros hermanos los internos en el Centro Penitenciario de El Dueso en Santoña".

Además, con motivo de la fiesta de la Virgen de la Merced, Monseñor Jiménez enviado su "bendición y felicitación de obispo a los hermanos internos del Centro Penitenciario de El Dueso". Asimismo, ha expresado su "cercanía" a las familias de los encarcelados; a las autoridades y a los funcionarios de las Instituciones Penitenciarias de Cantabria, a todos los cuales expresa su "reconocimiento y gratitud por sus atenciones y facilidades para que la Iglesia pueda desarrollar su labor pastoral en el marco legal y reglamentario".

Hasta marzo pasado, Monseñor Jiménez Zamora fue el obispo responsable a nivel nacional de la Pastoral Penitenciaria en la Conferencia Episcopal, motivo por el cual ha expresado su deseo de no perder su contacto con esta realidad de los encarcelados.

En España hay unos 157 capellanes en las cárceles a los que se suman 2.900 voluntarios, a través de religiosos, religiosas y laicos. La Pastoral Penitenciaria se desarrolla en las prisiones en tres frentes: el anuncio de la palabra; la celebración de los sacramentos y el servicio a la caridad.

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