Escola Valenciana ha denunciado que, por primera vez desde 1983, año en el que se aprobó la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV), el porcentaje de la matrícula de enseñanza en valenciano "no ha aumentado, sino que disminuye del 29% al 28%" y lo ha enmarcado en una ""estrategia de bloqueo" de l educación en lengua vernácula.

En un comunicado, la entidad recuerda que la enseñanza en valenciano había crecido en los últimos 28 años entre el 3 y el 15% anual, "una cifra que estaba muy por bajo todavía de la deseada".

El número de alumnos matriculados —infantil, primaria, secundaria— es de 784.191 alumnos, de los cuales 222.907 estudian en valenciano, un 28% del total. El curso pasado la cifra de alumnos matriculados en valenciano era de un 29%, 222.236 de 764.972 en total. Aun cuando ha aumentado la cifra total de alumnos en valenciano el porcentaje es menor por primera vez.

Escola Valenciana afirma que estas cifras responden "a una campaña organizada de la administración educativa basada en la eliminación y denegación de apertura de nuevas líneas, la supresión de la figura de asesor de valenciano, la eliminación de las reuniones informativas a los padres y la suspensión de la campaña de difusión de la matriculación".

Según el estudio que la entidad cívica realizó el curso 2009-10, en 270 centros educativos de poblaciones de más de 40.000 habitantes, allí dónde se puede elegir valenciano o castellano, más del 50% de familias optan por el valenciano. Pero el hecho es que sólo el 41,8% de centros, 1.081, ofertan enseñanza en esa lengua.

Este informe permite hacer una estimación de lo que pasaría si en los 2.582 centros públicos y privados se ofreciera la matriculación en valenciano y si se respetara la petición en primera instancia de los padres que la piden. En este caso la cifra de matriculados en valenciano pudría, incluso, doblarse.

"Las cifras de matriculación demuestran que no se respeta el derecho de los padres a matricular en valenciano sus hijos como marca la ley. Esto responde a una estrategia de entorpecimiento institucional que crea una discriminación hacia nuestra lengua y un fraude de ley", lamentan desde Escuela Valenciana.

"Mientras se habla públicamente de plurilingüismo —prosiguen las mismas fuentes— por detrás se ahogan los programas que mejores resultados dan en conocimiento de lenguas, que son los que tienen el valenciano como lengua vehicular".

Por ello, Escola exige "se deje de boicotear los procesos de apertura de nuevas líneas en valenciano y que se recupere el proceso informativo dirigido a los padres, ya que ahora no se cubre la demanda de matriculación en valenciano y la administración debe dar respuesta en ninguna parte de perpetuar la discriminación".

En este sentido, recuerdan que la Oficina de Derechos Lingüísticos de Escola Valenciana tramita cada año centenares de quejas por no respetar el derecho de los padres a matricular sus hijos en valenciano.