El portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, ha valorado este jueves las "rectificaciones" del Consistorio en cuanto al proyecto de Ikea, ante el que plantea la posibilidad de que no haya que modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para su desarrollo, y de la construcción de la torre Cajasol, ideada por el arquitecto César Pelli y que el gobierno municipal asegura que la licencia de obra se encuentra en orden. Sin embargo, ha lamentado las "improvisaciones" en materia de urbanismo, al generar "inseguridad en la inversión y poca fiabilidad en la administración".

A preguntas de los periodistas tras visitar el Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Nuevo Recaredo, Espadas ha dado la "bienvenida a las rectificaciones si van en la dirección correcta" y subraya que las negociaciones con Ikea deben partir de la base de "no tocar" el PGOU o, en todo caso, una modificación en la que no se viera afectado el interés general de la ciudad. Así, deja claro que esto es "posible" y que no es necesario "poner el planeamiento urbanístico y el diseño de la ciudad a un interés privado".

Sin embargo, lamenta que el PSOE no cuenta aún con información sobre el estado de las negociaciones y esperas que se hagan públicas para conocer los términos exactos. "Es muy importante para la ciudad sacar adelante el proyecto y esperamos que el gobierno este trabajando bien y lo apoyaremos si es bueno para el interés de la ciudad y se genera empleo", sentencia.

En cuanto a la Torre Pelli, recuerda que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, cuestionaba la "legalidad" de la licencia de obras de la torre cuando estaba en la oposición, algo que era "una declaración peligrosa, que generaba inseguridad jurídica y que no estaba suficientemente explicada". "Ahora Zoido ha visto el expediente, que era lo que tenía que haber hecho antes con más prudencia, y se ha dado cuenta de que estaba tramitado correctamente", insiste.

Espadas recalca que se trata de "una nueva rectificación" y advierte de que en materia de urbanismo las "improvisaciones son delicadas y, sobre todo, porque generan la sensación contraria a la que Zoido quería buscar que era la de la seguridad en la inversión, la de la fiabilidad de la administración local cuando toma decisiones". Así, recalca que "ahora, día tras día, el gobierno de Zoido comete al menos el mismo pecado del que acusaba al anterior gobierno, la improvisación".