La Audiencia de Cantabria ha condenado a 18 meses de libertad vigilada a tres menores, de entre 14 y 15 años de edad, que ocasionaron un incendio en la nave en la que se colaban para celebrar sus fiestas.

Los hechos sucedieron en abril de 2009 en Santander. Los menores utilizaban para sus encuentros una nave que su propietario cedía como almacén de distintos bienes de otras tres personas.

Un día, al entender que estaba vacía, los tres menores accedieron a esta nave a través de la ventana, y en ella celebraron reuniones y fiestas durante la Semana Santa de ese año.

Durante sus "juergas", como las describe la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, los jóvenes manipularon los objetos que estaban almacenados allí.

En una de ellas, uno de los menores llegó a provocar un incendio, al arrojar disolvente posteriormente fuego, tras lo cual cerraron por dentro la nave y huyeron por la ventana.

Las llamas causaron daños por valor de 32.886, tanto en el local como en los bienes y tuvieron que intervenir los bomberos para extinguirlas.

Entre los objetos afectados había mobiliario, herramientas, máquinas, electrodomésticos, una motocicleta, libros, material de oficina, jardinería y carpintería, además de mobiliario de una cafetería.

Este grupo ya había sido condenado previamente por estos hechos por el Juzgado de Menores de Santander. Tras un recurso, se confirma la condena, salvo en lo relacionado con las indemnizaciones, que quedan pendientes de próximos procesos judiciales.

En el período de libertad vigilada al que se les condenó, los jóvenes tenían la obligación de realizar en ese periodo tareas socioeducativas para promover su inserción laboral, al detectarse riesgo social alto y desajustes personales y familiares en alguno de ellos.