Piden la condena de la esteticista de Munar por utilizar una empresa 'fantasma' para su único beneficio

Marisol Carrasco y uno de sus socios declaran en el juicio celebrado tras ser demandados por seis ex empleadas

La abogada de seis ex empleadas de dos empresas pertenecientes a Marisol Carrasco, quien fue esteticista de la ex presidenta del Parlament Maria Antònia Munar y que está siendo investigada en el marco del caso Voltor por los contratos presuntamente irregulares que percibió del Govern para catalogar 'spas' por valor de 85.000 euros, ha solicitado la condena de la doctora por utilizar una empresa 'fantasma', Finding Life, "para su único beneficio" y a fin de que abone los salarios de despido que les correspondía percibir a las trabajadoras tras el cese de la actividad de la sociedad.

Durante el juicio celebrado en el Juzgado de lo Social número 3 de Palma a raíz de la demanda interpuesta por las seis trabajadoras contra Carrasco, su ex socio Jorge Fontanet y dos de sus mercantiles, la abogada que representa a las afectadas, Rosa Hidalgo -de los servicios jurídicos de CCOO-, ha relatado cómo Finding Life, centro al que acudía de forma habitual la ex dirigente histórica de UM para recibir tratamientos de medicina estética, sirvió a Carrasco de "parapeto" para sus intereses privados para, en verano de 2010, "dejar tirada" a la empresa.

Es más, ha aseverado que a la misma clientela que acudía a este centro la derivó a la empresa que, posteriormente, creó amparada por su presunto testaferro Juan Carlos Pujol, quien precisamente también se encuentra imputado en el caso Voltor por los mismos hechos que Carrasco. Una práctica, la de derivar clientes, que ya efectuó cuando clausuró su local de la sociedad Balneomedia, que tenía instalado entre los años 2000 y 2005 en el gimnasio Mega Sport, propiedad del Grupo Cursach Ocio.

Tanto es así que la letrada ha aseverado que "depende de los clientes que aporta Carrasco que exista empresa o no", ya que "es la que dirige todo el cotarro" y, a pesar de que en junio del pasado año anunció su renuncia al frente de Finding Life, seguía oficialmente dada de alta cuando cesó la actividad de la empresa y continuaba dando órdenes a las ex empleadas ahora demandantes. Unos hechos que, sin embargo, han sido negados por la letrada de Carrasco, tras aseverar que la mercantil "podía continuar trabajando sin la presencia de Carrasco".

La propia esteticista ha negado durante el juicio las responsabilidades por los hechos que se le atribuyen y ha cargado contra Fontanet, achacando duramente a problemas personales con él el hecho de haberse ido de la empresa ya que, tal y como ha respondido, Finding Life estaba en manos de su ex socio cuando cerró, atribuyéndole de esta forma las responsabilidades en el despido de las empleadas.

Sin embargo, Fontanet en su intervención que hasta el cierre de la empresa todas las órdenes las daba Carrasco, quien, tal y como ha asegurado, era a la vez catalogadora de spas, unos hechos por los que está siendo investigada en el caso Voltor. Es más, ha abundado que algunos de los tratamientos que realizaba la esteticista los ingresaba en su propia cuenta e incluso creó una cuenta de la mercantil sin su conocimiento en la que se ingresaba el dinero de los servicios de la empresa.

Fontanet ha aseverado que, tras dejar Finding Life, Carrasco creó otra empresa con Pujol como administrador de la nueva mercantil para así figurar ella como asalariada de la misma. "Todo ello para hacerme mobbing y quitarme clientas de Finding", ha remachado.

Carrasco instó a retirar la demanda a cambio de trabajo

En el turno de las empleadas, han coincido en aseverar que, después de que Carrasco abandonase la empresa, continuaron trabajando con ella e incluso que la esteticista les instó a retirar su demanda "a cambio de trabajo". Una de ellas ha reconocido incluso que Carrasco la invitó un fin de semana a Menorca cuando ésta acudió a catalogar un spa, si bien no ha indicado quién abonó sus gastos, si la propia Carrasco o el organismo público para el que trabajaba.

Tras quedar el juicio visto para sentencia, el juez debe resolver ahora quién debe responder al pago de las indemnizaciones por despido y a los salarios de tramitación de las ex empleadas: si Carrasco y Fontanet como personas físicas, la sociedad Finding Life como persona jurídica o, en caso de que ésta sea insolvente, el Estado a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).

Cabe recordar que, dentro de la pieza del caso Voltor en la que está siendo investigada, se indagan los contratos presuntamente irregulares que la Conselleria de Turismo adjudicó a Carrasco para analizar spas y circuitos termales de los hoteles de las islas. Las pesquisas van dirigidas a averiguar si estas concesiones le fueron otorgadas a través de otra de sus empresas, el Instituto Balear de Catalogación y Clasificación de Spas, evitando la convocatoria de un concurso público y mediante el fraccionamiento de contratos.

Y es que, de acuerdo a las pesquisas, la esteticista se habría beneficiado junto a sus socios Pujol y Josep Lluís Capllonch de varios contratos menores para catalogar los balnearios de las instalaciones hoteleras, al facturar de la Conselleria un total de 85.000 euros de forma irregular, parte de los cuales fueron obtenidos mediante un procedimiento negociado sin publicidad al que se presentaron tres empresas relacionadas entre ellas.

Los investigadores apuntan a que mediante esta fórmula, los tres socios se garantizaban la concesión del contrato, al concurrir a través de una empresa que acompañaban de otras dos ofertas de apoyo. La incoación de esta pieza separada se produjo después de que la Conselleria aportase al Juzgado un expediente con los pagos que efectuó el departamento. Los investigadores sostienen que las auditorías realizadas por Carrasco carecían de utilidad pública e incluso se desconocen la mayoría de los resultados arrojados por las presuntas inspecciones.

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