El Ayuntamiento de Torrelavega ha presentado ante la Dirección General de Innovación e Industria las alegaciones al proyecto de ampliación en las concesiones de barita denominadas Nieves y Nieves II.

Las alegaciones del Ayuntamiento se basan en los informes técnicos de diversos departamentos municipales y en el "incorrecto" procedimiento empleado por la empresa para tramitar el Estudio de Impacto Ambiental.

El Ayuntamiento subraya que la ampliación actual de las minas Nieves I y II, sujeta a autorización ambiental, debería tramitarse en el marco de una licencia de actividad, cuya competencia corresponde al propio Ayuntamiento de Torrelavega.

Las alegaciones que rechazan el proyecto de ampliación de la mina Nieves se basan también en los informes de distintos departamentos municipales que señalan la falta de medidas correctoras y alternativas al impacto ambiental generado por este tipo de explotaciones mineras.

Los informes hacen especial incidencia en la falta de medidas contra el ruido y en las "negativas consecuencias" que los camiones pueden provocar en unos viales de titularidad municipal que carecen de arcenes y de aceras y que no presentan las dimensiones adecuadas para soportar una circulación que ascendería, según los citados informes, a unos 320 camiones diarios.

Los informes municipales también destacan la falta de un Plan de Autoprotección en toda la documentación presentada por la empresa, con todos los detalles relativos a los riesgos producidos por voladuras, lanzamientos de rocas, producción de ruido, vibraciones y dispersión del material particulado en función de las condiciones meteorológicas.

El Ayuntamiento de Torrelavega también subraya en sus alegaciones que la explotación de barita en la mina Nieves no llega al 0,28% de la cantidad de toneladas de calizas obtenidas, lo cual puede suponer una alteración en el tipo de concesión que actualmente tiene la empresa según Ley de Minas.

Por último, el Ayuntamiento de Torrelavega alude a la "especial significación paisajística" del monte Dobra, a que forma parte de su identidad y es objeto de protección urbanística en todas las figuras urbanísticas que se tramitan.

Por ello, el Ayuntamiento exige que se tengan en cuenta estas circunstancias en todo el procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental, aunque el monte Dobra no tenga todavía una figura específica de protección medioambiental, cuya implantación, a juicio del Ayuntamiento, no debería demorarse.