El Teatro Bretón de Logroño acogerá la próxima semana, entre los días 8 y 11, un total de 5 funciones de 'Avenue Q', un espectáculo musical "distinto", que sus protagonistas han definido este jueves como la versión "adulta, irreverente, 2.0", del clásico infantil 'Barrio Sésamo'.

En rueda de prensa, el gerente de la compañía, Javier Muñiz, y los protagonistas del montaje, Angel Padilla e Isabel Malavia -acompañados por sus 'alter ego' de trapo, Princenton y Lucy 'La guarra'-, han recalcado que se trata de una obra "para mayores, a partir de 12 años, los más pequeños no la van a entender".

En este sentido, Muñiz se ha referido a que el espectáculo nació en Broadway en el año 2003, "como un intento de acercar los musicales a la gente a la que no le gustaba este tipo de teatro". Desde aquel momento, la función se lleva representando sin interrupción "y se han llevado acabo otras 27 versiones para todo el mundo".

En España, la obra se lleva representando con gran éxito en la temporada madrileña, con más de 100.000 espectadores, y llevan ya un mes y medio de gira, que les ha llevado, por ejemplo, a plazas como Bilbao. "No deja a nadie indiferente, todo el mundo se identifica con algún personaje", ha afirmado Muñiz.

La historia se centra en el recién licenciado Princenton, que, desencantado porque no encuentra cumplimiento a los sueños que pensaba llevar adelante con su título, llega a vivir al único sitio que se puede permitir, Avenue Q -"una expresión que, en inglés, viene a querer decir algo así como el quinto coño, uno de los personajes dice que se va a mudar a un barrio mejor, y es el Bronx"-.

Allí se unen humanos, muñecos y monstruos, representados sobre la escena por un total de 9 actores. La técnica, con manipuladores y muñecos a la vista de los espectadores, ha supuesto, para Isabel Malavia, "uno de los aspectos más difíciles de la obra, a la gente primero le extraña, pero enseguida se olvidan y ven sólo los muñecos, porque todos son personajes muy cercanos".

A juicio de Angel Padilla, "se reflejan temas muy actuales, desde la crisis, hasta las pocas ganas que tenemos de hacernos mayores, pasando por la sexualidad reprimida o el racismo, todo, con gente desencantada e indignada, que al final se consuelan unos con otros, porque todos están igual de mal".

Las entradas ya están a la venta en taquilla, teléfono o internet, por precios "anticrisis" que van de los 12 a los 35 euros. "Es una obra en la que se dicen verdades como puños, pero, al decirlas muñecos, parece que son menos hirientes. Es un montaje que hay que venir a ver", ha finalizado Javier Muñiz.