El primero de los encierros de la villa de Cuéllar, considerados los más antiguos que se celebran en el mundo, transcurrió esta mañana de forma rápida y sin incidentes de gravedad. En un encierro que fue seguido por más de 10.000 personas, según fuentes de la Policía Local de la villa, los servicios médicos de la plaza de toros de Cuéllar, tan solo tuvieron que atender a varias personas con contusiones y heridas leves por caídas cuando la manada recorrió el tramo urbano.

Las reses de la ganadería salmantina de Adelaida Rodriguez ofrecieron un recorrido rápido y momentos de gran emoción, permitiendo a los corredores bonitas carreras en el tramo urbano. Los toros salieron de los corrales situados a las afueras del pueblo pasadas las 8,00 horas, de forma rápida y compacta.

La manada, guiada en todo momento por los bueyes, y arropada por más de 300 caballistas, realizó agrupada los casi seis kilómetros de recorrido por el campo. Los astados aceleraron el paso en la zona del embudo y entraron en el casco urbano de Cuéllar sobre las 9,35 horas de forma rápida y agrupada.

Sin embargo, el resbalón de uno de los astados nada más entrar en la calle La Resina le hizo perder el grupo y separarse unos metros. Ya en las calles Las Parras y San Francisco los toros ofrecieron bonitas carreras al mantener el grupo liderados por los bueyes.

Pasados apenas tres minutos tras su entrada en el recorrido urbano, los toros entraron en la plaza cuellarana conducidos por los bueyes, salvo el toro rezagado que entró en el coso cinco minutos después del resto de los astados tras detenerse en la avenida de San Francisco. El toro fue rápidamente conducido a los corrales, sin que se registraran incidencias.

Las reses de la ganadería de Adelaida Rodríguez, de encaste Lisardo Sánchez, serán lidiadas esta tarde en la primera corrida de toros de la feria cuellarana, que protagonizarán los espadas Joselillo, Antonio Ferrera y Serafín Marín.