Comisiones Obreras ha tildado de "pucherazo" la aprobación por parte del Consejo de Gobierno del decreto ley por el que se modifica la Ley de Cajas y con el que, en su opinión, se pretende hacer pasar a los sindicatos "por debajo del futbolín".

Así lo ha puesto de manifiesto el secretario regional de CC.OO, Ángel Hernández, quien en rueda de prensa ha considerado "muy muy negativa" la decisión de cambiar el quorum necesario para la aprobación de medidas en el seno de las propias entidades no por los porcentajes en sí —se ha pasado de los cuatro quintos necesarios a dos tercios— sino por el cambio de las "reglas del juego" y el momento en que se produce.

Con un símil futbolístico, el secretario general de Comisiones Obreras explicó que en Castilla y León ha habido una competición con la participación de distintos equipos —todas las cajas de ahorro de la Comunidad— en la que acabaron cuatro de ellos —Caja Segovia, Caja de Ávila, Caja de Burgos y Cajacírculo— a la espera de que finalice el partido que juega Caja España-Caja Duero.

La modificación de la Ley supone, a su juicio, un cambio de las reglas del juego por parte del árbitro y el liniere (la Junta y el PSCL, que ha dado su "beneplácito") que se traduce en el incremento a 15 del número de jugadores, un penalti, la expulsión del portero y la advertencia sobre la posible repetición del penalti.

"Es un pucherazo (...). Cuando se empieza un partido no se pueden cambiar las reglas", ha aseverado antes de tildar de "perversión" esta modificación y de confesar no entender el origen de los "temores" sobre la posibilidad de que se ponga en "tela de juicio" el proceso de bancarización de la entidad que, recordó, responde a un "imperativo legal".

La decisión de la Junta, apoyada por el Partido Socialista, es para Hernández "al menos ademocrática" ya que no todas las entidades han jugado el partido con las mismas reglas, a lo que sumó otros aspectos como el hecho de que el texto no tenga que pasar por manos del Consejo Consultivo y el CES —va directo a las Cortes— o su consideración de que, con esta medida, se hace pasar a los sindicatos "por debajo del futbolín".

"alguien ha visto demasiados fantasmas"

"Esto no son formas ni maneras", ha lamentado Hernández, quien de nuevo ha señalado que "alguien" ha visto "demasiados fantasmas" en el mencionado proceso, razón por la que se ha llevado a cabo una modificación que no es "ni urgente ni en este momento necesaria" ya que, en su opinión, se tenía que "haber dejado cerrar" el proceso para, a continuación, abrir otro de carácter político y social centrado en el cambio de la mencionada normativa.

Esta "intervención", en su opinión "no necesaria", demuestra el "excesivo nerviosismo" y la "muy poca confianza" tanto en lo que se hace en el seno de las cajas como en su "entorno" —"como no tengan temores en sus propias filas, no sé dónde ven los temores"—.

Tras valorar la entrada de los integrantes del Diálogo Social en las asambleas de las cajas, aunque "llega tarde", y la aceptación de la conversión de las cajas en fundaciones, instrumentos "armónicos" pero rechazar la reducción del número de asambleas, Hernández se mostró "sorprendido" por el hecho de que el nuevo banco que surja vaya a tener su sede social en Madrid —"ahora se pagarán los impuestos en Madrid"— tras la "pelotera y polémica" surgida durante el proceso de fusión a propósito de la elección de la sede de la nueva caja.

Asimismo, aseveró que Comisiones Obreras "nunca" va a poner en riesgo "ni un sólo empleo de la caja" por lo que, advirtió, permanecerá "atento" a lo que ocurra con la negociación de las condiciones laborales de los trabajadores.

En este sentido el secretario general de Comfia-CC.OO CyL, Jesús Olivar, mostró su optimismo ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo laboral y consideró "imprescindible" contar con un protocolo de garantías para que nadie "pierda nada" pero tampoco se quede con el convenio colectivo "pelado".