Los precios industriales en La Rioja registraron un aumento de un 1,3 por ciento el pasado mes de julio respecto al mes anterior, lo que supone un incremento "muy superior" a la media nacional que se sitúa en el 0,6 por ciento, según el Índice General de Precios Industriales publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La Rioja es la segunda comunidad donde más crecen estos precios sólo superada por la Comunidad de Madrid con un aumento del 1,5%. Por su parte, las regiones donde menos crecen los precios son Castilla-La Mancha, Castilla y León, y Extremadura (con subidas del 0,3 todas).

La mayoría de las comunidades autónomas aumentan su tasa anual en julio. Los mayores aumentos corresponden a Andalucía (2,0 puntos), País Vasco (2,0 puntos), Comunidad de Madrid (1,4 puntos) y La Rioja (1,4 puntos), que sitúan sus tasas en el 12,0%, 8,6%, 6,3% y 3,1%, respectivamente.

Por su parte, la única que disminuye su tasa anual es Comunidad Foral de Navarra (que pasa del 6,0% de junio al 5,9% de julio).

Datos nacionales

En el conjunto del país, los precios industriales subieron un 0,6% respecto al mes anterior y se incrementaron un 7,4% en términos interanuales, siete décimas por encima de lo que lo hicieron en junio.

Con este incremento interanual en el séptimo mes del año, los precios industriales encadenan veinte meses de subidas interanuales consecutivas.

Por destino económico de los bienes, la energía situó su tasa anual en el 17,8%, más de dos puntos por encima de la registrada en junio, impulsada por la subida de los precios del petróleo y por la producción, transporte y distribución de energía eléctrica, cuya tasa anual alcanzó en julio el 13,5%, su valor más alto desde junio de 2009.

Por su parte, los bienes intermedios elevaron tres décimas su tasa anual en julio, hasta el 6,8%, debido al encarecimiento en la fabricación de productos básicos de hierro y en la producción de metales preciosos.

Los precios de los bienes de equipo aumentaron su tasa anual una décima en julio, hasta el 1,3%, mientras que los de los bienes de consumo no duradero crecieron tres décimas, hasta el 3,1%. Los bienes de consumo duradero no experimentaron variación, y situaron su tasa anual en el 1,3%.