El Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidima) ha publicado un informe en el que advierte de que "un alto porcentaje" de los envases de lejía que son transportados en la Comunitat Valenciana no pasan los "obligados controles de homologación".

Así lo ha indicado la entidad en un comunicado, en el que ha explicado que la lejía de uso doméstico no está considerada como mercancía peligrosa —al no estar clasificada como corrosiva—, por lo que su transporte se realiza de forma ordinaria, lo cual no implica que los envases no deban cumplir "una rigurosa homologación en cumplimiento de la legislación vigente, y que no se realiza en un alto porcentaje" de los recipientes.

En este sentido, el informe revela que los envases deben cumplir con un riguroso control de calidad que analice, entre otros aspectos, su resistencia y estanqueidad, y que les otorgue la condición de homologado para la función de elemento contenedor.

El documento explica la lejía transportada en grandes cantidades es susceptible de provocar una nube tóxica de efectos leves, pero que mezclada con otras sustancias, como amoniaco, salfumán u otras, puede producir "toxicidad severa dañina para la salud humana".

Por ello, el centro tecnológico recomienda a las industrias implicadas que sometan voluntariamente a los envases, sin esperar al requerimiento administrativo, a los ensayos de caída libre, compresión por apilamiento y estanqueidad que se realizan en los laboratorios de Aidima, que analizan el tipo de plástico, el cierre, o la capacidad de los recipientes.

El instituto tecnológico ha recordado que la Orden de 11 de diciembre de 1984 sobre homologación de los prototipos de envases de lejía del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, exige que para otorgar la homologación con carácter definitivo se aporte la certificación de un "laboratorio oficialmente acreditado", en la que conste que los envases cumplen las especificaciones técnicas indicadas en el citado Real Decreto de 1983.

Según el instituto tecnológico, la Comunitat produce anualmente cerca de 200 millones de litros de lejía y productos asociados en las distintas empresas químicas ubicadas en el territorio autonómico, y que son transportados periódicamente hasta los centros de distribución comercial de venta al público.

Unas cifras que, a pesar de que "no hay registro de accidentes graves" con transporte de este producto, incrementan "la necesidad de acentuar las inspecciones de homologación de los envases para prevenir riesgos".

UN 90

Por ciento usa lejía

Asimismo, el informe indica que más del 90 por ciento de los españoles asegura utilizar habitualmente lejía en su limpieza diaria, frente a otros desinfectantes y limpiadores del hogar. Una cifra que atribuye "a un valor cultural que asocia a la lejía con la limpieza y la desinfección".

En la misma línea, el estudia revela que la lejía es relacionada directamente con el cloro en un 80 por ciento de los consumidores, que aseguran que es lo mismo, un 8 por ciento indica que es un derivado, y un 12 por ciento lo confunde con otros productos o asegura ignorar lo que es. Además, la práctica totalidad de los encuestados afirma que es un producto peligroso que hay que usar con precaución.