La Federación de Servicios Públicos de UGT en Castilla y León ha expresado hoy su consternación por lo ocurrido el pasado lunes en un centro de acogida de Boecillo (Valladolid), donde tres menores discapacitados murieron, presuntamente, a manos de su cuidadora, pero al mismo tiempo ha advertido de que esta tragedia debe llevar a reflexionar a la Junta respecto de lo que el sindicato califica de "deficitario" sistema de protección a la infancia en la Comunidad.

Para UGT dicho suceso debe traducirse en un análisis en profundidad de la realidad de los servicios sociales que presta Castilla y León, y en esto la postura del sindicato, tal y como apunta a través de un comunicado recogido por Europa Press, "es muy crítica con el sistema de Protección a la Infancia que realiza la Junta, a nuestro juicio muy deficitario, anárquico e ineficaz en todas sus vertientes".

En tal sentido, UGT no ve suficiente por parte de la Junta con tener una normativa aceptable sobre el papel, ni que la consejera de Familia, responsable del ramo y conocedora del mismo desde su anterior cargo como Gerente de Servicios Sociales, "salga como una exhalación a comentar superficialmente la luctuosa noticia con un estoicismo que raya en la apatía, sin duda azuzada políticamente por ser quién es esta ONG y quién la apadrina".

Por ello, la FSP-UGT exige a estos políticos responsables que pongan manos a la obra para de una vez por todas no se repitan estos lamentables sucesos.

"Que reconozcan lo que tantas veces ha denunciado esta organización, que la privatización de los servicios conlleva una menor calidad en la prestación de los mismos, un menor rigor en la selección del personal donde prima el nepotismo y un encarecimiento económico que nutre los bolsillos de particulares, con o sin ánimo de lucro", censura UGT, para el que, probablemente, nada hubiera ocurrido si la cuidadora hubiera estado acompañada esa noche por otra trabajadora.