Ana. Dicen que el pionero fue García Lorca, que a finales del XIX ya escribió algunas.

¿Y cuál es su origen?

Gertru. Son sevillanas que nacen en barrios como Triana, Macarena o San Bernardo. Luego llegaron a Lebrija.

¿Por qué Lebrija?

A. Parece que allí caló más hondo la tradición. Son sevillanas muy vinculadas a las Cruces de Mayo. La gente las canta y las baila por las calles.

¿Les viene de familia?

G. Sí, las corraleras son lo que hemos vivido desde chicas. Las cantaba y bailaba la abuela y luego nuestra madre.

¿Se han perdido?

A. Sí, bastante. Antiguamente no había coplera que no cantara sevillanas corraleras y hoy las canta poca gente.

Dicen que son demasiado rápidas para bailarlas...

A. Sí, porque el ritmo es más rápido y se baila distinto, dando muchos saltitos.

G. Recuerda a la jota ¡Los que las bailan, lo hacen muy bien!

Sus letras hacen reír…

G. Sí, son letras guasonas y picantes. Parece que van a decir una bordería y luego te engañan. Siempre tienen un doble sentido.

¿Dónde buscan esas letras?

A. En lo cotidiano, lo que pasa día a día en un barrio o pueblo. ¡Si te quieres pelear con tu vecina, se lo dices con una sevillana corralera! (risas).

BIO

Ana (40 años) y Gertru (37) llevan diez años cantando sevillanas corraleras. Lo aprendieron desde pequeñitas. Su madre tiene un premio de baile en este género.