El presidente de la sección de Sanidad del sindicato CSIF en Sevilla, Fernando Castelló, ha instado a la Administración sanitaria andaluza a que establezca una mesa de seguimiento y elabore un protocolo de actuación que frene el "aumento" de casos de acoso laboral contra trabajadores del SAS.

En declaraciones a Europa Press, Castelló ha alertado de que hasta el sindicato están llegando "numerosas denuncias" por parte de profesionales del SAS en las que advierten del "incremento de casos de 'mobbing' por parte de sus propios jefes", una situación que ha tildado de "intolerable" y que "puede verse agravada en estos momentos de crisis económica".

De hecho, ha avanzado que el gabinete jurídico de CSI-F Sevilla está ya estudiando la posibilidad de interponer varias denuncias por estos hechos, "que los mismos trabajadores del SAS nos están haciendo llegar y que les están provocando, según nos comentan los propios afectados, estados de ansiedad que no les permiten ni tan siquiera trabajar".

Castelló, quien ha asegurado al hilo de estos hechos que algunos de estos trabajadores "tienen a veces que solicitar la baja laboral", ha advertido que este fenómeno se está registrando "en todas las categorías profesionales, tanto médicos, como celadores, administrativas o enfermeras, entre otros".

Además, ha reprochado que "el miedo a la no renovación de un contrato en estos momentos de crisis económica" está haciendo que el fenómeno de acoso laboral "campe a sus anchas". En los profesionales que tienen plaza por oposición, ha dicho que también se produce "cortándoles por ejemplo todas las posibilidades de promocionar y sin tener en cuenta su valía".

Por ello, ha conminado a las direcciones del SAS y la propia Consejería de Salud a que establezca una mesa de seguimiento "en el que estén representados la propia Administración, sindicatos y expertos en la materia", así como un protocolo de actuación "que frene estos episodios".

Además, Castelló ha apuntado a Europa Press que los profesionales que sufren este tipo de acoso "no se atreven a denunciarlo por miedo y porque saben que los procesos no llegan a buen puerto, debido a las dificultad que existe a la hora de demostrar estos hechos en un juzgado".