Cerca de 6.000 jóvenes venidos de diferentes países participarán en Burgos en una amplia programación previa a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), según ha señalado el alcalde en funciones, Ángel Ibáñez.

Ibáñez, que ha presidido este viernes la Junta Local de Seguridad de cara a los acontecimientos previstos, ha pedido a los burgaleses que den una "cálida acogida" a los jóvenes llegados de multitud de países para que se sientan "agusto" durante su estancia en la ciudad.

Los jóvenes permanecerán en Burgos en cerca de 600 casas de particulares, así como en acuertalamientos militares y varias infraestructuras habilitadas para su estancia, y participarán en numerosas actividades en algunos de los lugares más emblemáticos de la capital burgalesa.

Para controlar el desarrollo de los actos, el Ayuntamiento de Burgos, en coordinación con la Subdelegación del Gobierno, pondrán en marcha del once al quince de agosto un dispositivo especial que supervise los acontecimientos.

Los agentes de la Policía Local y Nacional que formarán parte de este dispositivo velarán por la seguridad en el desarrollo de los actos con mayor afluencia de gente, como una Misa que tendrá lugar en la plaza del Rey San Fernando, en la que se espera la asistencia de "miles" de jóvenes.

Además, cortarán el tráfico de algunas calles en momentos puntuales, con el fin de garantizar el desarrollo de los acontecimientos, y vigilarán los pabellones de San Amaro, Esther San Miguel y Javier Gómez, donde se prevén aglomeraciones de varios cientos de jóvenes en momentos puntuales.