No es la misma fiesta a lomos del caballo

Ramón moreno de los ríos: Es director del Real Club de Enganches de Sevilla.
Los adornos destacan por su colorido y belleza. Montar a caballo es una tradición que se aprende desde pequeñito.
Los adornos destacan por su colorido y belleza. Montar a caballo es una tradición que se aprende desde pequeñito.
K. Rangel
Los adornos destacan por su colorido y belleza. Montar a caballo es una tradición que se aprende desde pequeñito.
«El paseo de caballos es la nota distintiva de la Feria de Sevilla respecto a otras ferias». Es la impresión que tiene el director en Sevilla del Real Club de Enganches y, por eso, defiende a capa y espada la dignificación de la fiesta, de la estética del caballo y del carruaje. Él es una de esas personas que viven la Feria de día, de lunes a domingo. El paseo de caballos arranca sobre las 12 y termina alrededor de las 20 h, y es entonces cuando la Feria de Abril se engalana de verdad.

Aun así, hay que hacer un esfuerzo porque «se exija un máximo decoro, sobre todo a los cocheros de caballos». La estética del caballista, en su mayoría vestidos con trajes de corto, y con las flamencas a la grupa vestidas de gitana, sí suele ir en consonancia con lo que exige la fiesta. Sin embargo, los múltiples estilos de carruajes obligan a un atuendo cuidado de los cocheros y a una limpieza y esmero en la disposición de los animales y los enganches.

Todo se cuida en la Feria, y un buen ejemplo de ello son los cursos que han recibido agentes de la Policía Local y técnicos de fiestas mayores para conocer al dedillo los pormenores del sector: cómo es un carruaje, cómo es la vestimenta de sus ocupantes y cómo los enganches que arrastren el coche.

El caso de los miembros del Club de Enganches de Sevilla es especial en cuanto a la intensidad en las vivencias de la Feria. De hecho, iniciaron su particular semana con el pregón del paseo de caballos que el sábado pronunció Julio Cuesta y una cena de gala posterior. Este año la lluvia frustró la exhibición de enganches del pasado domingo que ha quedado pospuesta hasta el próximo año.

Recuerdos lejanos nos llevan a una Feria sin caballos por culpa de la peste equina. Este año no será el caso porque la salud de la raza y de la fiesta han alcanzado cotas importantes. Sevilla en esta ocasión ya vive de día su fiesta a caballo.

Consejos de feria (II)

Para la mala cara

Almudena Costales. Esteticista. «Ir bronceado ayuda mucho. Tres horas antes del maquillaje aplicar una ampolla de flash (dos cuestan seis euros). Hay que hidratar bien la cara para que no se seque con el albero. Y llevar las uñas bien arregladas».

Para aguantar

Gabriel Arizón. Farmacéutico. «En el botiquín del feriante debe haber algo para el dolor de cabeza; vitamina 12, para el exceso de alcohol; colirio, para los ojos; protector para el estómago; pastillas para la garganta, y tiritas para los pies».

Para comer bien

María Ángeles. Casa Robles. «Evite tomar fino a secas, siempre con rebujito y una ramita de yerbabuena. Comer algo siempre. La tortilla sienta muy bien. No abusar de los fritos, y a última hora, el caldito. Para desayunar, tostada con aceite».

Para cuidar el bolsillo.

Antonio Villegas. Economista. «En la Feria tendemos a gastar más. Conviene comparar las tarifas de las casetas, porque los precios varían mucho de unas a otras y puedes ahorrar algo. Es mejor racionalizar el dinero y no ir con mucho para evitar robos y ¡beber menos!».

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