En plena hora punta, de 6.45 a 9.30 horas, los viajeros se encontraron con un 50% menos de trenes en circulación, por lo que los andenes saturados y los usuarios enfadados fueron la constante. Metro asegura que circularon 148 convoyes, 12 más que los pactados como servicios mínimos, y los trabajadores, en cambio, dicen que hubo sólo siete más. De 18.30 a 21.00 horas se repitieron los paros.

Entre las estaciones más afectadas, las de Alonso Martínez, Legazpi y Atocha. En la primera, el tren estuvo parado media hora por la avería de una puerta, según Metro. La mañana se complicó más por el tráfico intenso que se produjo en superficie en las entradas a la capital. Los paros siguen mañana y el viernes. Cada día, más de dos millones de viajeros usan la red.

Pocos pueden reclamar

El panorama para el millón de  usuarios del abono transportes de Metro es desesperanzador. Ante las esperas y las aglomeraciones por los paros en plena hora punta, estos usuarios no tienen ningún derecho a reclamar. Sólo pueden hacerlo «en el acto» aquellos viajeros que utilicen el billete sencillo. «Somos rehenes de los irresponsables que provocan este tipo de huelgas», afirma José María Múgica, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU.

Reacciones airadas

Media hora de retraso: «El derecho a la huelga es respetable y lícito, pero creo que no se deben pisotear los derechos de los demás. Esta mañana llegué a trabajar con media hora de retraso». Santiago Pastor.

Rozando la tragedia: «Quería comentar lo peligroso que se está poniendo acceder al vagón del Metro por la huelga. En Atocha Renfe hemos llegado a rozar la tragedia por tanta aglomeración». Jesús Mogollón.

Reclamación: «¿Qué tenemos que hacer los usuarios para no padecer el ataque de avaricia (subida de sueldo) de los conductores de Metro?». María José.

Contra los usuarios: «Me gustaría que me dijeran qué es exactamente lo que reivindican, porque creo que la huelga es contra los usuarios».  Ignacio Camuñas.