Casi tres meses después de denunciar al político francés Dominique Straus-Kahn por agresión sexual, Nafisatou Diallo compareció este jueves por primera vez ante la prensa para defender su reputación, salir al paso de las cosas que se han dicho sobre ella y para que a ninguna mujer le pase "lo que me ocurrió".

"No quiero que a ninguna mujer en el mundo le pase lo que me ocurrió a mí, porque por lo que estamos pasando es demasiado, tanto para mí como para mi hija", afirmó Diallo visiblemente nerviosa y con la voz entrecortada en una multitudinaria conferencia de prensa celebrada en un centro religioso del neoyorquino barrio de Brooklyn.

Esta inmigrante guineana, de 32 años, trató así de defender su nombre y sobre todo de recuperar su credibilidad, después de que se la haya llamado públicamente "prostituta" y de que la Fiscalía de Manhattan dejara en libertad condicional sin fianza a Strauss-Khan tras encontrar elementos que siembran dudas en la versión de Diallo.

"Estoy aquí para que la gente sepa que muchas de las cosas que se han dicho sobre mí no son verdad", afirmó la mujer, que estuvo acompañada de su abogado, Ken Thompson, y de varios líderes religiosos locales.

Diallo acusó el 14 de mayo al entonces director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) de agresión sexual e intento de violación en la suite que ocupaba el político francés en un hotel de Nueva York en el que la mujer trabajaba como camarera.

Desde entonces, su figura estuvo envuelta en el anonimato, hasta que hace unos días dio entrevistas a varios medios estadounidenses y este jueves se presentó, vestida con traje oscuro y camisa blanca, en una concurrida conferencia de prensa.

Allí detalló que tanto ella como su hija lloran "todos los días" por todo lo que están teniendo que pasar desde que denunció a uno de los hombres más poderosos del mundo y dijo que al final decidió dar la cara para que ninguna mujer tenga que pasar por lo mismo.

"Ni yo ni mi familia podemos dormir", añadió Diallo con el mismo semblante serio que mostró durante toda su comparecencia, en la que insistió dos veces en que decidió hablar en público para desmentir todo lo que se ha dicho de ella en estos meses.

Hace tres semanas demandó por difamación al diario New York Post por haber afirmado que es "prostituta", y esta semana salió al paso de informaciones que aseguran que el día después del incidente habló con un hombre encarcelado en Arizona a quien habría dicho que no se preocupara porque "este hombre (DSK) tiene mucho dinero".

"Un día mi hija me dijo: 'mamá, prométeme que vas a dejar de llorar, dicen esas cosas de ti porque no te conocen. Tienes que recordar que él (DSK) es un hombre poderoso, pero a ti solo te conoce la gente con la que trabajas y los vecinos, y ellos dicen cosas buenas de ti porque te conocen'", aseveró Diallo.

La denunciante, que dijo que prometió a su hija ser "fuerte", se preguntó en voz alta "por qué" ella tiene que pasar por esto, tras lo cual dio las gracias a todas las personas y organizaciones que le han apoyado y abandonó la sala sin responder a preguntas de los periodistas.

Diallo compareció ante la prensa un día después de reunirse con la Fiscalía de Manhattan durante ocho horas, una reunión de la que sólo ha trascendido a través de su abogado que fue para aclarar el contenido de la conversación telefónica que tuvo con el hombre preso en Arizona y en cuya traducción se produjo, a su juicio, un error.

Strauss-Kahn fue detenido el 14 de mayo en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy, cuando ya estaba sentado en un avión rumbo a París.

Desde el primero de julio está en libertad condicional sin fianza después de que la Fiscalía de Manhattan diese a conocer que había encontrado elementos que erosionaban la credibilidad de Diallo, lo que debilitó el proceso.

La próxima vista del caso contra Strauss-Kahn se ha aplazado del primero al 23 de agosto, fecha en la que el exministro de Economía francés se presentará ante el juez Michael Obus.

Sus abogados, William Taylor y Benjamin Brafman, dijeron el martes que entienden que la Fiscalía prosiga la investigación y que confían en que para ese día se alcance un acuerdo para "retirar" los cargos contra su cliente.