La Bodega Adrada Ecológica, ubicada en la localidad burgalesa de Adrada de la Haza y adscrita a la Denominación de Origen Ribera del Duero, ofrece la posibilidad de "adoptar una barrica" y recibir su contenido de forma personalizada, a través de botellas etiquetadas con el nombre de la persona o logotipo de la entidad adoptiva.

Según han informado a Europa Press fuentes de la bodega, la iniciativa permite a los adoptantes seguir el proceso de elaboración del vino desde la vendimia hasta el embotellado, tras 18 meses de envejecimiento, a través del prensado, envejecimiento en barrica y etiquetado de las botellas.

El cliente interesado en adoptar una barrica, deberá adquirirla con todo su contenido, 225 litros de vino, equivalente a 288 botellas de 0,75 litros que luego irán presentadas en 48 cajas de seis botellas con etiquetas personalizadas.

Una vez adoptada la barrica, se instalará una placa con el nombre de su 'padre adoptivo' para que la adorne y pueda ser vista por los visitantes de la bodega. La inscripción de la placa y de las botellas podrán contener el nombre del cliente, de una pareja, de una empresa y su logotipo, una frase o incluso una dedicatoria.

Una de estas barricas de roble francés, que pueden ser del vino 'Kirios de Adrada Noche' o 'Kirios de Adrada Todo', están dirigidas a personas individuales, parejas, grupos de amigos, empresas, asociaciones y familias.

Certificado de adopción

La iniciativa de Bodega Adrada Ecológica, incluye la concesión de un certificado de adopción, propiedad y disponibilidad del caldo, al tiempo que se entregará un obsequio consistente en una caja de seis botellas de cada tipo ofertado.

Al margen de las bodegas, el cliente que adopte una de estas barricas tiene la posibilidad de participar en la recogida de las uvas para conocer el proceso de "cultivo natural" de los viñedos, muchos de ellos centenarios y de la variedad 'tempranillo', que incluye la utilización de animales de tiro en un entorno "de gran belleza".

Asimismo, podrá visitar las bodegas en compañía de amigos o invitados a lo largo del año y conocer la evolución de su vino a través de un enólogo, el cual resolverá las dudas sobre conservación y consumo una vez entregado el producto, que podrá ser almacenado en la propia bodega por un periodo máximo de un año después del embotellado del vino.

En este sentido, la bodega continuará enviando información periódica con noticias de interés o posibles dudas, y en los cinco años siguientes a la adopción, el cliente recibirá un obsequio el día de su cumpleaños.

El gerente de Adrada Ecológica, Jesús Lázaro de Diego, ha explicado que esta iniciativa surgió a raíz de la visita de unos amigos que "quedaron fascinados" e insistieron en participar "en el proceso de elaboración del vino".

Desde su puesta en marcha en primavera, se han apadrinado ya cuatro barricas del centenar que posee la bodega, aunque Lázaro de Diego ha puntualizado que no esperan "dar todas en adopción", puesto que el resto se emplea en la elaboración de los vinos que comercializan.

Los precios, que oscilan entre los 3.850 euros de la versión 'Noche' y los 5.900 de la 'Todo', se deberán abonar en dos pagos similares al firmar el contrato y en la fecha de embotellado.

Viñas viejas

Por otro lado, en septiembre Adrada Ecológica pondrá en marcha un sistema similar de adopción de "viñas viejas" de entre 60 y 100 años de antigüedad, las cuales tienen una "escasa rentabilidad" debido a su localización, que impide la mecanización de las técnicas de recolección.

Este nuevo proyecto, pensado para "personas que no pueden tener viñedos", permite a sus padrinos disponer del vino producido con ellas, pero también controlar todo el proceso de elaboración de los caldos e incluso trabajar en la vendimia.

Dichas cepas se darán en adopción en lotes de un centenar y, a juicio del gerente de la bodega, supone una idea "mucho más motivadora" que la de las barricas, ya que supone un mayor contacto con el campo.