El jefe de la Abogacía del Estado en la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Jesús López-Medel, ha calificado esta mañana en Santander la etapa de Mijaíl Gorbachov al frente de la Unión Soviética como una "primavera de la libertad", algo, a su juicio, "inaudito" en un sistema "tremendamente tiránico".

Uno de los principales méritos del gobernante fue, según el autor, dejar de lado la "doctrina de Breznev" y permitir que cada país de la órbita soviética "siguiera su proceso" sin intervenciones desde Moscú, lo que acabó desembocado en la caída del Muro de Berlín.

Así se expresó en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con motivo de la presentación a nivel nacional del libro 'Gorbachov: ocaso y caída del Imperio Rojo', en la que también intervino Rafael Mañueco, co-autor de la obra, periodista y corresponsal en Moscú.

López-Medel justificó la 'perestroika', el conjunto de reformas que Gorbachov introdujo durante su mandato, asegurando que eran unas medidas necesarias "para intentar conservar el sistema soviético" y evitar que "aquello se hubiera desmoronado".

"Paradójicamente fue el golpe de Estado de los comunistas más ortodoxos lo que precipitó la caída", añadió, recordando que todo se desencadenó a raíz de un cúmulo de circunstancias -que incluyeron fricciones con las Repúblicas integradas en la URSS y problemas internos- que acabaron provocando "un enrarecimiento de la situación" que desembocó en el intento golpista del 18 de agosto de 1991.

A pesar del fracaso del golpe, "los acontecimientos se precipitaron", explicó, y dieron lugar a un proceso que tuvo un "resultado paradójico", ya que "el propio Estado desapareció" provocando así la "desintegración del mayor imperio surgido en el siglo XX", concluyó.

El libro, prologado por el propio Gorbachov, realiza un recorrido histórico que comienza en los años previos a su nombramiento como secretario general del PCUS.

"Heredó un país tocado de muerte por la corrupción y la inoperancia del sistema de calificación económica", aseguró Mañueco, quien destacó que sus políticas fueron un intento de "salvar el país manteniendo el sistema".

Para el periodista, uno de los puntos clave de la gestión del último presidente soviético fue la política de "distensión" hacia Occidente, que permitió poner los cimientos para el final de la Guerra Fría.

A la hora de redactar el libro los autores tuvieron contacto personal con Gorbachov, según confesó Mañueco, que explicó que la obra extrae tres conclusiones principales.

Por un lado, que el sistema comunista era "inviable e irreformable" y que ante la situación de crisis que se desató "cada República tiró por su lado".

La tercera conclusión es que Rusia "todavía está tocada" y vive "en una transición permanente" veinte años después.

En este sentido, aseguró que la figura de Gorbachov -galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1990- sigue siendo contradictoria en su país, ya que "está muy bien visto" en los círculos liberales pero en el conjunto de la nación "se le considera un poco el culpable de la desintegración del país".

Así, López-Medel apoyó la tesis de su compañero manifestando que la imagen del expresidente en Rusia "no es muy positiva", debido principalmente a que Putin "llevó a cabo una exaltación del nacionalismo" que hizo que la desintegración se viera "como algo negativo".

"recuento de hechos"

Durante la presentación posterior del libro, el embajador de Rusia en España, Alexander Kuznetsov, se felicitó por la aparición de la obra, que presenta, a su juicio, "un recuento de hechos, sólido y documentado" que servirá para paliar el "déficit de conocimiento" con respecto al ámbito exsoviético.

Kuznetsov destacó que la figura de Gorbachov y sus reformas son muy discutidas en su país y que seguirán debatiéndose "durante muchos años", al tiempo que destacó las diferentes formas de ver los acontecimientos en Occidente y en Rusia.

"Para un Occidental no existe diferencia entre la caída del comunismo y la disolución de la Unión Soviética, pero para un ruso son cosas absolutamente diferentes", explicó.

Sus compatriotas, manifestó, "no lloran el sistema" pero sí la desaparición de un país "que se ha ido formando a lo largo de mil años".