El juicio contra Ismael R.R, el joven acusado de haber agredido en febrero de 2009 en la zona de Cantarranas a tres jóvenes, uno de los cuáles llegó a permanecer en estado de coma durante una semana, ha quedado visto para sentencia este martes con el mantenimiento de las penas solicitadas tanto por la Fiscalía (7 años para el principal acusado y 2 para cada uno de sus dos compañeros de banquillo) como por las acusaciones particulares (4 años para Ismael y 2 para los otros jóvenes).

En la jornada del martes se ha completado la prueba del juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid pero que se había iniciado el pasado 28 de junio y fue pospuesto debido a que un testigo clave no compareció en aquella ocasión por presentar un parte que desaconsejaba su asistencia por padecer un síndrome de ansiedad y quien hoy finalmente se ha sentado en la sala.

El testigo, menor de edad, ha comparecido finalmente este martes junto con un perito, lo que ha completado la prueba del proceso contra Ismael R.R, acusado de dar el puñetazo de dejó en coma durante una semana a José Ignacio C.Ll; y sus dos amigos Sergio de la R, más conocido como 'Krim'; y Rodrigo G, por agredir también a dos acompañantes del principal afectado.

En las intervenciones finales del Ministerio Fiscal y de las partes, todos ellos han mantenido las penas inicialmente solicitadas. En su escrito de calificación provisional, el fiscal calificó los hechos de delito de lesiones dolosas en concurso con otro delito de lesiones imprudentes cometido sobre el principal lesionado, por los que pide una pena de tres años de cárcel y otras dos más de dos años—en total siete años— para el principal acusado.

En concepto de responsabilidad Civil, la acusación pública pide a Ismael R.R. que indemnice a José Ignacio C.Ll con un total de 31.260 euros y con otros 10.863 más a Sacyl por los gastos derivados de su asistencia médica.

Además, el Ministerio Fiscal entiende que los dos amigos del principal imputado, son coautores de las lesiones sufridas por dos amigos que acompañaban a la víctima la noche de autos y, por tanto, pide para cada uno de ellos un total de cuatro años de prisión, a razón de dos años por cada uno de los dos delitos, así como que, de forma conjunta y solidaria con Ismael R.R, indemnicen con 2.280 euros a José Miguel G.O. y con 1.680 a José Luis M.C.

Por su parte, el letrado del más grave de los lesionados, quien en su momento trató, sin éxito, de que el principal agresor fuera juzgado por delito de tentativa de homicidio, solicita para Ismael R.R. una condena de cuatro años y el pago de una indemnización global para su patrocinado de 47.600 euros, así como de otros 10.000 al Sacyl. Asimismo, las acusaciones particulares de los otros dos lesionados, también han mantenido la solicitud de dos años para cada uno de los agresores (Sergio de la R. y Rodrigo G).

Durante la primera sesión del juicio desarrollada el pasado 28 de junio, Ismael R.R, insistió en que aquella madrugada del 28 de febrero de 2009 lanzó un puñetazo al lesionado en defensa propia pues estaba recibiendo golpes por todas partes. "¡Me llovían de todos los lados y acabé en el suelo molido a palos!", recordó el acusado, quien supone que su oponente caería al suelo acto seguido, aunque sin precisarlo porque, según ha añadido, se encontraba sangrando y "veía todo borroso".

Sobre el origen de la trifulca, Ismael R.R, de 18 años por aquel entonces, reconoció, en declaraciones recogidas por Europa Press, que el detonante fueron los términos de "¡mira qué rubia, mira qué minifalda!" que dirigió su acompañante, el menor de 17 años Rodrigo de P, a una joven que pasó junto a ellos en compañía de su novio, lo que llevó a éste a encararse con ellos. Fue a partir de ahí cuando, tal y como ha precisado, tanto él como su amigo se enzarzaron a puñetazos con el novio desairado y al tumulto y en defensa de la pareja se sumaron entonces José Ignacio C.Ll. y dos amigos de éste, los también lesionados, aunque en menor grado, José Luis M.C. y José Miguel G.O, si bien Ismael R.R. ha negado que tocara a estos dos últimos.

Fuentes de las acusaciones han explicado a Europa Press que el testimonio del testigo ha ratificado la mayor parte de lo dicho en la sesión inicial, si bien ha negado que en momento alguno se dirigiera a la chica que pareció ser el detonante del altercado. Además, ha asegurado que no recordaba muy bien el desarrollo de los hechos.

Brigadas antifascistas

En la sesión del pasado día 28 comparecieron así mismo dos agentes de la Policía Nacional, quienes frente a la versión del principal imputado, corroborada por los otros dos acusados, y los intentos de su defensora por presentarle como un joven trabajador sin antecedentes policiales que perdió su empleo como soldador tras pasar en prisión siete meses y veinte días por estos hechos, se mostraron rotundos al vincular a los tres encausados con las Brigadas Antifascistas (BAF), un grupo de ultraizquierda de ideología Sharp —skinheads de izquierdas—.

Los dos funcionarios coincidieron al señalar que Ismael, Rodrigo y Sergio, pese a carecer de antecedentes policiales, son ampliamente conocidos por la Brigada Provincial de Información al ser "asiduos" de concentraciones, manifestación y conciertos auspiciados por la extrema izquierda, aunque también indicaron que la presente agresión no tiene nada que ver con un enfrentamiento entre grupos de ideología contraria.

Además, los agentes, quienes precisaron que Ismael luce en su espalda un tatuaje con la leyenda 'Working Class Pride' —orgullo de clase trabajadora—, explicaron que si bien inicialmente sólo conocían la participación en los hechos del aludido, de quien aseguran que permaneció huido durante días al conocer la gravedad de lo ocurrido, la implicación de sus otros dos amigos, Rodrigo G. y Sergio de la R, fue corroborada más tarde por compañeros de la víctima a través de un reportaje fotográfico e incluso por el propio Sergio de P, el menor que ha declarado este martes.