Pestañeen varias veces, intenten cerrar la boca y recapaciten. Sí, esa niña dulce, de tez dorada y sonrisa angelical que ha cautivado a medio mundo con tan solo 24 años se ha convertido en un macho macarra.

La carrera profesional de Vanessa Hudgens es una caja de sorpresas, lo mismo la vemos con un micrófono ante una multitud de fans, como protagonizando una campaña publicitaria, como delante de los focos cinematográficos. Pero si la chica quería que el mundo se paralizase solo con verla, sus estilistas lo han conseguido.

Atrás quedaron esos adorables outfits dignos de princesita, esas sandalias de ensueño, esos peinados de peluquería chic y esa sonrisa de anuncio de dentífrico. Hudgens avisó que iba a "impactar" a sus fans y vaya si lo ha hecho.

Dando un simple vistazo a las imágenes que se muestran en el vídeo, nadie creería que es la propia Vanessa bajo un disfraz, sino que posiblemente es un chico poco aseado que pretendía asustar a la jovencita. Pues no, la joven se encuentra en pleno rodaje de Gimme Shelter.

Con pantalón ancho, sudadera gris con capucha roída por algún ratoncillo, cabello digno de haber pasado por una freidora, tatuaje en su cuello, piercing en su labio y sandwich envuelto en papel plata. Con esa mezcla explosiva aparecerá la joven en las pantallas.

"Estoy entusiasmada y orgullosa del trabajo que he hecho y déjenme decirles que quedarán impactados", tuiteó Vanessa. Sinceramente la jovencita debería estar orgullosa de los estilistas porque han conseguido crear un pequeño monstruo desde un angelito. Y sus fans deberían estar agradecidos de que la chica avisase porque si no alguno ya hubiese sufrido algún shock. Pero tranquilos, en cuanto la chica deje el rodaje volverá a tener su exquisita imagen.