El arquitecto Jerónimo Junquera ha apostado este jueves en Santander por "recuperar la cultura urbana", liberando a las ciudades de "toneladas de chatarra" y "dotando de contendido" los espacios públicos, al tiempo que ha incidido en la importancia de "evitar que el crecimiento de las ciudades quede en manos de los inversores, que buscan únicamente el beneficio económico".

Así se ha expresado el arquitecto durante su intervención en el Seminario 'La España 2020: una perspectiva global' que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y en el que ha participado junto al alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, con una ponencia titulada 'El urbanismo que viene'.

Junquera ha reconocido que los arquitectos no han sido capaces de diseñar a lo largo del siglo XX la ciudad "moderna", sacando partido a todas las posibilidades que proporciona la tecnología. "No se trata de perder calidad de vida, pero sí debemos adaptarnos a la realidad social dejando una huella ecológica neutra", ha explicado.

Para el arquitecto, el problema es que "no se construye tejido urbano", lo que provoca, en su opinión, que las ciudades se conviertan en "una superposición de capas sin ningún interés", un hecho que, según señala, se debe a que el crecimiento se ha llevado a cabo "bajo los criterios de los especuladores".

Por eso, Junquera apuesta por la recuperación de la cultura urbana y por el diseño del espacio público. "El coche no puede definir nuestra mentalidad y ocupar nuestras ciudades. Tenemos que apostar por las bicicletas y por los transportes públicos", ha afirmado.

En esta línea, el arquitecto ha admitido que el urbanismo ha vivido una época de "esplendor" en la actividad edificatoria, en la que los profesionales han realizado propuestas tecnológicas y técnicas que han sido posibles gracias a unos recursos económicos "casi ilimitados". "Hoy, menos es más", ha apuntado.

Por último, Junquera ha indicado que los espacios públicos que se han configurado hasta ahora han sido "ignorados" por un urbanismo "repartidor de plusvalías". "Los arquitectos, los técnicos y los políticos no vamos a diseñar una ciudad moderna mientras la sociedad no reclame un modelo de convivencia", ha concluido.

Reivindicación política

Por su parte, el alcalde de Santander ha puesto en valor la importancia de una planificación urbanística "bien hecha" y ha reivindicado el trabajo de la clase política española. "Es complicado convencer a un buen profesional para ocupar un puesto de responsabilidad por un sueldo como el de un concejal de Urbanismo", ha señalado.

Además, De la Serna ha explicado lo "difícil" que es llevar a cabo una reordenación urbanística en una ciudad por los cambios legislativos, la inseguridad jurídica y la escasez de recursos humanos. "Elaborar un Plan General tiene tintes épicos. Es una tortura que requiere muchísimo tiempo y esfuerzo", ha apostillado.

Para el regidor municipal, el urbanismo es "interesante" en la medida en la que genera ciudades "más dinámicas, más vivas y más ilusionadas", y recuerda que entre los principales problemas de los santanderinos está "la vivienda, el tráfico, el aparcamiento y el transporte público".

Entre los cambios que van a llevarse a cabo en la capital de Cantabria en los próximos años, el alcalde se ha mostrado "especialmente ilusionado" con la futura sede de la Fundación Botín, diseñada por el arquitecto italiano Renzo Piano, o con las obras en el entorno del frente marítimo con motivo de la celebración del Mundial de Vela en 2014.

Como ejemplos de lo que se ha hecho hasta ahora, el regidor ha mencionado las obras del Río de la Pila, la calle del Sol o el barrio de Tetuán.