El grupo Matarromera ha inaugurdo este martes la mayor planta del mundo de deconstrucción molecular de vino que permitirá la producción de nueve millones de litros de vino sin alcohol, concretamente EminaZero, el primer vino 0 por ciento de alcohol y 0 calorías, descendiente del EminaSin, con 0,5 por ciento de alcohol y que comenzó a venderse en noviembre de 2008.

El presidente del grupo Matarromera, Carlos Moro, recalcó que ya desde 2004 se han realizado trabajos de investigación para la producción de este vino y ahora, con la construcción de esta planta, el grupo va a dar un salto a la comercialización del producto no sólo en España si no también en otros países.

"Una vez probados todos los sistemas, entrenado todo el equipo y conocidas todas las dificultades que tiene hacer este vino, planteamos la construcción de un nuevo edificio dedicado cien por cien a la producción del vino sin alcohol", señaló.

La planta constituye un hito español de innovación, pues será la primera del mundo que permitirá desalcoholizar un vino natural hasta un contenido alcohólico de 0,0 grados. "Con todas las condiciones que aseguran la calidad y el producto y que fuese idóneo para hacerlo, este paso constituye el salto a la comercialización más amplia", indicó.

Tras un intenso programa de investigaciones a través de proyectos de I+D+i del grupo nace EminaZero, el primer producto con cero grados de volumen de alcohol que se genera como consecuencia de una compleja reconstrucción organoléptica de un vino previamente desalcoholizado.

"Es una novedad a nivel mundial, es un producto alimentario excelente y que gusta a mucha gente. Además, constituye una innovación tecnológica porque ha sido un desarrollo muy importante de investigación en el que se ha empleado mucho tiempo y ahora estamos en el momento bonito de sacarlo a la luz y darlo a conocer por todo el mundo", señaló Moro.

Un proceso complejo de desalcoholización y reconstitución con avanzados criterios de investigación y desarrollo dan lugar a EminaZero, que mantiene todas las propiedades beneficiosas para la salud del vino original al contener polifenoles, antocianos y antioxidantes.

EminaZero nace de la necesidad de ofrecer un producto a aquellas personas concienciadas con el consumo responsable, comprometidas con la salud y el cuidado de su dieta. "La necesidad ya estaba, cuentan personas que ya hace años se intentó hacer un vino sin alcohol, pero la tecnología de aquella época no daba para hacer un producto de calidad. La tecnología actual nos permite producir vinos sin alcohol de alta calidad orientados al consumo moderno y que son muy agradables", explicó.

Además, según un estudio, el vino sin alcohol es susceptible de ser tomado por 6.500 millones de personas, por lo que EminaZero está dirigido, entre otros, a deportistas, mujeres embarazadas, conductores o personas pertenecientes a culturas o religiones que requieren sustitutivos del alcohol.

"Es una bebida que tenía el nicho de mercado vacío y, por tanto, dar satisfacción a la gente a la que, a lo mejor, le es lejano el vino pero los aromas le gustan, o que no les gusta tomar alcohol. Es totalmente idóneo para personas mayores que ya no pueden tomarlo porque tienen alguna restricción de salud o, incluso, a los niños. No tiene nada de alcohol, es cero-cero pero sí tiene todos los aromas que son muy ricos en un vino, la composición aromática y de sabores es muchísimo más rica que en la mayoría de los productos".

Vino sin alcohol desde 2008.

Desde 2010 Matarromera comercializa en todas sus variedades—blanco, rosado, tinto y espumoso— EminaZero, englobado dentro de la gama de "vinos sin alcohol" que Matarromera comenzó a distribuir en 2008.

"Ha sustituido al EminaSin en todos los vuelos de Iberia, se ha presentado en ferias en otros países y, en algunos, ya se consume. Es cuestión de tiempo cerrar los acuerdos para que esté en muchísimos países del mundo", aseguró Moro.

La gran aceptación por parte del público ha conducido a la bodega a internacionalizar su producto extendiendo esta gama de EminaSin y EminaZero a países nórdicos, a países árabes por ser un sustitutivo del alcohol, a países de la zona ecuatorial por ser un refresco apreciado así como a Hong Kong, Dubai o Nigeria, entre otros.

El proceso de producción de este caldo consta de tres fases a partir de vino natural: la desaromatización, la desalcoholización y la reconstitución organoléptica.

En la primera fase, aquellos elementos aromáticos que componen el vino, se separan de éste obteniendo aromas sin alcohol del vino inicial. La fase de deconstrucción o desalcoholización, que se divide en dos fracciones: etanol de 60 grados y vino desalcoholizado.

Por último, llegaría la tercera fase: la reconstrucción, que incorpora aromas sin alcohol y aditivos alimentarios de segunda generación. "En la reconstrucción volvemos a juntar todos los componentes y con los métodos enológicos habituales producimos el EminaSin o el EminaZero", señaló Moro.