Yonquis metiéndose de todo en garajes y portales, mendigos medio muertos tirados por el suelo y columpios okupados por colchones y cartones.

Ése es el Madrid paralelo a la Gran Vía. A sólo unos metros de sus cines, tiendas y terrazas, el suelo se cubre de repente por jeringuillas, botellas, heces y orines.

Los que más lo sufren, los vecinos y comerciantes de la plaza Santa María Soledad Torres Acosta y de las calles Desengaño y Tudescos, hartos de tanta suciedad e inseguridad, crearon en enero el Foro Cívico Gran Vía para luchar contra la "pasividad de las Administración".

Boda real sin mendigos

Su presidente, Juan José Cigarrán, que ha recogido 300 firmas, desea reunirse con el Ayuntamiento y  la Delegación del Gobierno para buscar soluciones.

Las que no les da la Policía, que frecuenta la plaza pero no interviene, con la excusa de que multar a borrachos insolventes por beber en la calle no sirve para nada, aseguran los vecinos.

Éstos quieren medidas como las adoptadas en la boda real. Ni un indigente a la vista.

 Siete meses sin plan

El Ayuntamiento de Madrid vendió a bombo y platillo, en septiembre del año pasado, el primer plan integral contra la degradación de los aledaños de la Gran Vía.

A día de hoy, siete meses después, no hay ni un signo de aquel anuncio.

En la Concejalía de Urbanismo dijeron ayer que están estudiando una actuación urbanística en la zona. Del plan (que pretendía rehabilitar 1.200 viviendas de un entorno "altamente degradado") nada dijeron.

Lo denunció una lectora

Las imágenes que ilustran esta noticia han sido proporcionadas por una lectora, P.M.G., quien envió su denuncia a madridweb@20minutos.es.

En ella aseguraba que en esta zona se venden drogas y alcohol, y que el lugar está "literalmente invadido" por indigentes, toxicómanos y por la suciedad que generan. Ella no es la única vecina que se ha quejado:

"He tenido enfrentamientos con los indigentes y toxicómanos porque se tumban frente a mi tienda y no me dejan abrir por la mañana. Llamo a la Policía, pero no viene. Además, dicen que no hay solución, que no pueden hacer nada".

"Cuido a un niño de dos años y a veces venimos a mediodía a la plaza de los Cines Luna, aunque su madre me dijo que no lo trajese mucho aquí porque hay botellas y jeringuillas. A esas horas ya hay yonquis y mendigos peleándose".

"Trabajo aquí desde hace 24 años. Hace diez había tantos tiros y puñaladas como en Kansas City. Ahora venden droga y se meten con cualquier chica que pase. El otro día acorralaron a una. Los policías no hacen nada, y si alguno actúa, se ríen de él".