La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha señalado este viernes que es necesario revisar el modelo de las autonomías pero que, no obstante, tiene dos aspectos "positivos", la cercanía a los administrados y la competencia entre comunidades autónomas.

Durante su intervención en el Campus FAES 2011, celebrado estos días en Navacerrada, Aguirre ha propuesto recuperar el consenso constitucional para mejorar la situación de las CCAA pero ha insistido en que el modelo actual tiene dos "aspectos positivos", entre ellos, la cercanía a los administrados.

"La práctica de estos años ha demostrado que la gestión de servicios públicos tan esenciales como Sanidad y Educación han mejorado al estar en manos de unos gestores más próximos porque pueden reaccionar rápidamente ante sus necesidades", ha considerado la dirigente madrileña.

De hecho, ha dicho que iniciativas como la del programa de colegios bilingües o la construcción de los nuevos hospitales "no hubiera sido posible" o hubiera sido "más difícil" si no hubiese habido transferencia de las competencias.

Otra de las ventajas, a su juicio, es la competencia entre las comunidades autónomas, y es que, ha señalado que a los que creen, como ella, en la competencia "como motor de progreso", les parece "positivo" que las CCAA "dentro de unos límites lógicos" puedan "competir por más y mejores servicios".

Tras repasar la Historia con el fin de conocer por qué España está así a día de hoy, Aguirre ha señalado que el pacto constitucional se rompió en 1980, y que el "responsable evidente y único" fue el PSOE que "decidió tirar por la vía del medio y solicitar para Andalucía la condición de nacionalidad histórica".

Esta "maniobra de pura irresponsabilidad política contra Suárez" supuso, en su opinión, lo que se denominó "café para todos", es decir, que todas las regiones españolas tendrían las mismas competencias, las llamadas "históricas" y las demás, lo que provocó una "carrera desenfrenada" para demostrar que "la autonomía de cada uno era más autonomía que la del otro".

Después de ese momento, se hallan "hitos" como el nuevo Estatuto de Cataluña, los "referendum de independencia" en muchas ciudades, "en algunos de los cuales participa el presidente de la Generalitat" o la legalización de Bildu "que augura un futuro en el País Vasco en el que la ruptura de España aparece como el objetivo de todos los nacionalistas y de los etarras".

Como consecuencia de todo ello, ha añadido, se puede afirmar "que España hoy es un país que de facto funciona como un estado federal pero que no lo es constitucionalmente". "Tiene todas las desventajas que tienen los estados federales pero carece de todas las ventajas que el federalismo posee", ha señalado.

Cambiar la constitución

Aguirre también ha recordado cómo nació la Constitución de 1978, y aunque ha señalado que cambiaría algunas cosas ha destacado que ha cumplido con su "función esencial de proteger la libertad y los derechos de los ciudadanos". Sin embargo, sí que ha indicado que modificaría, por ejemplo, el concepto de nación.

Según Aguirre, sería bueno que la Constitución definiera "mejor la Nación española a la manera que lo hacía la Constitución de 1812, como la Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios". También considera oportuno un cambio en la cuestión de separación de poderes. Darle mayor "énfasis" a esto para "evitar la actual politización del poder".

En la misma dirección, la política madrileña cambiaría la Carta Magna con el fin de definir mejor la función del Tribunal Constitucional ya que, ha asegurado, "no puede ser como lo es hoy en la práctica, un tribunal superior al Supremo".