La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a cuatro meses de prisión por agredir a un profesor en Castro Urdiales a un hombre que previamente había sido absuelto por el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander.

Esta absolución se basó en que, pese a que se admitían como probados los hechos, se consideraba que ya habían prescrito. Se apoyaba para ello en el lapso transcurrido entre los hechos, sucedidos en 2004 y su notificación al procesado, que fue en 2008, esto es, cuando habrían transcurrido los años de prescripción para este tipo de delitos.

Sin embargo, la Sección Tercera lo interpreta de otro modo: recuerda que en el año 2005 se dictó el auto de apertura de juicio oral, lo que interrumpiría ese plazo al ser un trámite importante, de forma que se entiende que la causa no estuvo parada.

Con todo, se aplica como atenuante la circunstancia de dilaciones indebidas, por los retrasos en la celebración del juicio y, en este caso, de forma muy cualificada: en total, la causa estuvo dos años paralizada, en un retraso que se achaca al volumen de acumulación de asuntos pendientes que existe en el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander.