¿Dónde se encuentran la música, la naturaleza y la tecnología? ¿Pueden intensificarse los acordes de un teclado con una app matemática y rigurosa?

La cantante islandese Björk responde a esta pregunta en su último álbum, Biophilica, un proyecto multimedia donde se unen la música, las aplicaciones para smartphone, Internet, las instalaciones de arte y los conciertos en directo.

A pesar de que el disco no saldrá al mercado hasta el 20 de septiembre, la artista ha facilitado algunos detalles de este: por una parte, se trata de un canto a la naturaleza y explora "el infinito universo en expansión constante, desde el sistema solar a la estructura molecular". Por otro, es un experimento tecnológico que incluye aplicaciones multimedia avanzadas.

Como muestra, ya se puede escuchar el primer single de este trabajo, Crystalline, que se puede escuchar aquí.

Además, Björk ya planea algunos conciertos para interpretar los nuevos temas en directo y en los que contará instrumentos especialmente concebidos y construidos para ello. Como, por ejemplo, un órgano de tubos hecho a medida y controlado digitalmente. O un péndulo de a 30 pies que aprovecha la gravedad de la Tierra para crear patrones sonoros.

Björk ya sorprendió tocando el reactable, un instrumento creado en la Universidad PompeuFabra de Barcelona que ha llegado a los dispositivos móviles.