A pesar de llevar 32 años en los escenarios, el actor madrileño nunca se había puesto al servicio de un texto de Arthur Miller. Hasta que le llamó el director de escena argentino Claudio Tolcachir tras verlo actuar en Glengarry Glenn Rose.

¿Qué se había perdido hasta ahora de Arthur Miller?

Un personaje impresionante (Joe Keller). Aunque, para los actores, lo más importante es cómo estén construidos o armados los papeles. Los roles de Miller son humanos, contradictorios, un poco de todo. Y, como actor, te permite alcanzar muchos matices.

¿Qué hace especial al argentino Claudio Tolcachir como director de actores?

Su gran inteligencia y sensibilidad al dirigirnos. Nos ha llevado de la mano a los actores, valorándonos y dándonos autoestima. No trabaja desde el conflicto, sino desde un buen clima. Me parece una estupidez que te hagan trabajar poniéndote constantemente en el disparadero.

En esta obra, el espectador se coloca en el papel de espía de lo que sucede en escena.

Eso es lo que quiere Tolcachir. Que la gente se sienta fisgoneando en la casa de al lado. Pero todas las familias del mundo (no sólo la de la obra) esconden algo.

¿A estas alturas de su carrera necesita dosis de autoestima teatral?

Cada vez más, en mi caso. Soy muy inseguro, dudo mucho, me pregunto muchas cosas y pienso si seré o no capaz de ellas. Los años dan oficio, poso y recursos, pero no dan seguridad. Al menos, yo no lo conseguí. Así pues, que el director te estimule resulta muy bueno.

¿Los actores jóvenes aprenden de usted o al revés, usted de Manuela Velasco o Fran Perea?

Es un intercambio de energía entre jóvenes y mayores en escena que nos ayuda a todos a aprender.

Los últimos Max le coronaron como el mejor actor del año.

El respeto de los compañeros significa que estás llevando a cabo tu trabajo correctamente.

¿Como por ejemplo la entrañable voz en off de la serie de televisión Cuéntame cómo pasó de La 1?

Llevo ya 11 años haciéndolo. Pensé que sería algo muy anónimo y, ahora, es un personaje más de la serie. Este trabajo me divierte y también me recuerda muchas cosas. Nunca pensé que con mi voz podría llegar a tanta gente ¡Si al principio ni me gustaba mi voz!

*Teatre Poliorama. La Rambla, 115. Hoy viernes a partir de las 21.30 horas; Sábado a las 19.00 y a las 22.00 horas; Domingo a las 19.00 horas; Precio de las entradas: de 28 a 32 euros. Más información en la página web de la sala: www.teatrepoliorama.com.